En rojo vivo inició Bogotá Fashion Week | El Nuevo Siglo
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Miércoles, 26 de Abril de 2017
Catalina Jaramillo Uribe

En medio de un escenario cubierto de cientos de rosas rojas y con música disco de fondo, la diseñadora colombiana Lina Cantillo presentó la pasarela inaugural del Bogotá Fashion Week, el día de ayer en la sede de la Cámara de Comercio de Bogotá.

El mood board (o tablón de inspiración de Lina Cantillo) situado en el backstage del desfile ya lo predecía todo: la colección se tiñería de color rojo, existiría una dualidad entre lo femenino y lo masculino, y el juego de texturas sería protagonista. “Me inspiré en los mensajes secretos del amor, la pasión y el fuego que este tono representa”, dijo la creativa a EL NUEVO SIGLO, momentos previos a la pasarela.

La colección, que por primera vez en la historia de la diseñadora incluyó prendas femeninas, se vistió de rojo o Rouge -como la nombró la diseñadora- en una experimentación creativa con la que se retó para combinar múltiples texturas, tejidos y materiales. Todo esto a partir del uso de una única gama cromática basada en tonalidades rojizas, como el rojo fuego, borgoña, cereza, vino y coral.

“Rojo, luz de vida y fuego del alma”, expresó la diseñadora en relación a esta especial colección que invita a reflexionar en los valores olvidados, como la familia y el respeto. “Es un llamado de atención por lo que acontece en el mundo. Decir ‘no’ a las guerras, ‘no’ al racismo, ‘no’ a la agresión femenina, ‘no’ a la intolerancia. ‘Sí’ a la vida, ‘si’ al amor. La vida es un segundo”, declaró.

De esta manera, pudimos ver prendas femeninas con cortes masculinos, siluetas over size, otras delineadas y pantalones vintage con pliegues y fuelles muy finos, en un juego de siluetas contemporáneas que hacían un guiño a la sastrería clásica retro. 

Por otra parte, el terciopelo, el tafetán, los tejidos livianos en punto y plano y los bordados, entre otros, fueron los materiales más vistos en la pasarela. Para accesorizar los looks, la diseñadora utilizó zapatos en cuero (por supuesto de color rojo) fabricados por los jóvenes talentos de Raíz Colombia, además de bufandas tejidas a mano, a cargo de Alejandra Gómez, y joyas de Tatiana Apráez.