UNO de los lugares más emblemáticos de Bogotá por su historia, el Chorro de Quevedo, se encuentra actualmente en mantenimiento. Dicho sitio, el cual, contrario a su nombre no tenía una fuente hídrica, ahora la tendrá, debido a que el Instituto Distrital de Turismo (IDT), la Alcaldía Local de la Candelaria y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) son los encargados de su recuperación. 

Para algunos historiadores, el Chorro de Quevedo es el lugar donde se fundó la capital de Colombia, mientras que otros cronistas afirman que esta plaza era el punto desde donde el zipa muisca observaba toda la sabana de Bogotá.

También se cree que dicho sitio fue adquirido por el padre Quevedo, el cual instaló una pileta pública de agua en 1832 y se mantuvo hasta 1896, cuando se derrumbó un muro que destruyó dicha fuente junto a otras construcciones aledañas. Sin embargo, esta información no está comprobada en su totalidad.     

También, datos históricos dicen que allí el fundador de la ciudad, Gonzalo Jiménez de Quezada estableció su guarnición militar.

Este emblemático lugar está ubicado en la carrera 13 con calle 2, en la localidad de La Candelaria, en el centro histórico de la capital colombiana y es uno de los sitios favoritos de los jóvenes estudiantes por su cercanía con algunas universidades, al igual que para los extranjeros por su similitud a la Bogotá de nuestros ancestros. 

Caracterizado por su ambiente bohemio y estar rodeado de casas antiguas, este es un espacio perfecto para aquellos que no han probado la chicha (una bebida fermentada hecha a base de maíz, originaria de América Latina), lo hagan por primera vez. 

Además, en la zona se encuentra una gran variedad de hoteles, hostales y restaurantes con comidas típicas de la capital del país, para aquellos que quieran conocer un poco más de la cultura colombiana y de esta manera pueden hacerlo visitando uno de los lugares más emblemáticos de Bogotá.

Según el IDPC las modificaciones que se le están realizando a la plaza son el cambio de la superficie de acabado del piso, nivelaciones, retiro de obstáculos para mejorar las condiciones de aquellas personas que se encuentran en condición de discapacidad, la arborización de la zona, la restauración, puesta en funcionamiento de la pila, el mantenimiento y pintura del muro de arcada. También se le están haciendo arreglos a la figura del malabarista, además del mejoramiento de la iluminación.

El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural afirma que “estos mantenimientos son necesarios y corresponden al diagnóstico realizado al estado de toda la plazoleta, de igual manera al deterioro que presenta el acabado. Uno de los arreglos primordiales que se le hace a la plaza del chorro de Quevedo es la adecuación para personas en condición de discapacidad, ya que con la estructura anterior, no tenían acceso a la plazoleta y tampoco a la ermita”.

El IDPC agrega que “por lo anterior se decide implementar concreto de color, con acabado estampado, ya que se encuentran ejemplos exitosos en el Centro Histórico por reducción en su mantenimiento, fácil instalación, duración, poca porosidad y condiciones antideslizantes”.