Francia: pulso por feudos de extrema derecha | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Miércoles, 26 de Abril de 2017
Redacción internacional con AFP

LA BATALLA por la presidencia de Francia se aceleró en el terreno con un duelo inesperado entre Marine Le Pen y su rival centrista Emmanuel Macron en feudos conquistados por la candidata de extrema derecha.

Mientras que el aspirante proeuropeo se reunía con delegados sindicales de la fábrica Whirlpool de Amiens (noreste), amenazada con ser deslocalizada a Polonia, Le Pen hizo una visita sorpresa a los obreros en huelga que manifestaban frente a la empresa.

La visita de Le Pen en este departamento golpeado por el desempleo, en donde obtuvo el 30,37% de votos en la primera vuelta de las presidenciales el pasado domingo no había sido anunciada.

"Estoy aquí junto a los empleados", declaró Le Pen, quien se dio un baño de multitudes y posó para selfis. 

Presentándose como la estandarte "de los obreros" y los "trabajadores", la líder antieuro y antiinmigración dijo ser la candidata "de los franceses que no quieren ser desposeídos de sus empleos". "Continúen la lucha, tienen mi apoyo", añadió.  

Emmanuel Macron, un exbanquero de 39 años, oriundo de esta ciudad, respondió inmediatamente dirigiéndose a la planta, donde fue recibido con abucheos y gritos a favor de su rival.

"Por supuesto que hay ira en el país, hay ansiedad", declaró Macron, en medio de una multitud de huelguistas y periodistas, denunciando una "instrumentalización política" por parte Le Pen. 

"Cuando Marine Le Pen viene a decirles 'hay que salir de la globalización' ésta no es la solución", dijo Macron a los obreros que le interrogaban sobre sus propuestas para evitar el cierre de empresas en Francia. "El proyecto de Le Pen destruiría el poder adquisitivo", denunció.

Marine Le Pen no tira la toalla pese a que los sondeos la dan unánimemente derrotada en el balotaje frente a Macron, con alrededor de 40%.

Para imponerse el próximo 7 de mayo, Le Pen tendría al menos que duplicar el número de sufragios que obtuvo en la primera ronda (7,69 millones), si la participación se mantiene al mismo nivel.

Con este objetivo en la mira, la ultraderechista multiplicaba los mensajes para cosechar votos entre el electorado del conservador François Fillon y del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que llegaron en tercer y cuarto lugar en la consulta del domingo.

El presidente saliente, François Hollande, que llamó a votar por Macron, seguía multiplicando las advertencias para evitar el ascenso de la extrema derecha en Francia.

El líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, que llegó en cuarto lugar en los comicios con 19,58% de los sufragios, ha sido el único de los principales aspirantes al Elíseo en no pronunciarse contra la extrema derecha. /