Baja inflación mitiga lentitud económica | El Nuevo Siglo
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Jueves, 27 de Abril de 2017
Redacción Economía

Algunos indicadores económicos permiten una visión relativamente optimista de acuerdo con la cual lo peor de la desaceleración económica ya habría pasado y, tal como lo proyectó Fedesarrollo hace algunos meses, el año 2017 terminaría mostrando cifras de crecimiento ligeramente más favorables que las observadas en 2016.

En el informe de Tendencia Económica el centro de pensamiento, muestra que así, por ejemplo, desde el punto de vista de la oferta, el sector agrícola ha tenido un desempeño favorable, particularmente en la producción cafetera, que aumentó 13% en el primer trimestre del año frente a igual periodo del año anterior.

Por otra parte las importaciones vienen recuperándose de manera sistemática desde el segundo trimestre de 2016, lo cual sugiere que la demanda agregada dejó de contraerse.

Específicamente, para los dos primeros meses de 2017, las compras externas de bienes de consumo mostraron un crecimiento de 8,5% y las de materias primas y productos intermedios de 4,9%, cifras ambas que denotan un dinamismo no despreciable.

Adicionalmente, si bien el crédito comercial muestra una reducción muy fuerte en su dinamismo, el crédito de consumo y el hipotecario siguen creciendo a tasas de dos dígitos (13,3% y 13,4% en febrero, respectivamente).

En el mercado de trabajo, por su parte, llama la atención la continua reducción en los indicadores de informalidad, que probablemente reflejan el impacto favorable que tuvo la disminución en los impuestos parafiscales sobre la nómina que impulsó el Gobierno en la reforma tributaria de 2012.

 

Riesgos

Es claro en cualquier caso que los indicadores más recientes generan un riesgo a la baja en la proyección de crecimiento del PIB de 2,4% que se tenía unos meses atrás.

Además, las probabilidades de una desaceleración más pronunciada se incrementaron tras el estallido de los escándalos de corrupción de Odebrecht, los cuales pueden conllevar demoras en los cierres financieros y en el comienzo de las obras de infraestructura que según estaba previsto, serían una importante locomotora de la actividad empresarial en 2017.

Un retraso generalizado en esos proyectos podría por sí mismo reducir la tasa de crecimiento de la economía en el presente año en más de medio punto porcentual.

La buena noticia en este entorno complejo sobre las tendencias de la actividad productiva es que, a diferencia de lo que sucedió en los dos años precedentes, el Banco de la República ha iniciado una política monetaria de carácter contracíclico, que ayudará a mitigar la desaceleración en el ritmo de actividad de la economía colombiana.

En efecto, desde diciembre de 2016, la Junta Directiva del Banco de la República ha reducido su tasa de intervención en tres ocasiones, en 25 puntos básicos, pbs, en cada oportunidad, llevándola hasta 7% en marzo de este año.

Probablemente, además, la tendencia a la baja de esa tasa de interés continuará en los próximos meses en un proceso de relajación de la política monetaria que ha sido posible gracias a la fuerte reducción de la inflación observada y en las expectativas de inflación futura.

El proceso se ha facilitado con la consolidación de un fuerte ajuste en la balanza de pagos del país, cuyo déficit en cuenta corriente bajó de 6,4% del PIB en 2015 a 4,4% en 2016, lo cual le ha devuelto al Banco de la República la tranquilidad y confianza requeridas para actuar en forma expansiva.

En efecto, sostiene Fedesarrollo, la caída en la tasa de inflación en los últimos ocho meses ha sido destacable. El ritmo de crecimiento anual del Índice de Precios al Consumidor, que alcanzaba 9% en julio de 2016, se ubicó en marzo en 4,7%.

Este comportamiento se explica en muy alto grado por la reversión del drástico fenómeno climático de El Niño que tuvo lugar en el primer semestre de 2016 y que afectó de manera grave la oferta de alimentos y la capacidad de generación de energía hidroeléctrica.

De hecho, el ritmo de crecimiento de los precios de los alimentos pasó de niveles cercanos al 15% en julio de 2016 hasta 3,6% en marzo de este año.

Por su parte, los precios de los bienes y servicios con tarifas reguladas crecieron en marzo a un ritmo de 4%, muy inferior al 7,2% al que crecían un año atrás.