El exprimer ministro socialista Manuel Valls anunció que votará por el centrista Emmanuel Macron en las presidenciales francesas frente al "riesgo de victoria" de la extrema derecha, dando la espalda al candidato oficial de su propio partido.

"Votaré por Emmanuel Macron" porque "creo que no hay que tomar ningún riesgo cuando se trata de la República", afirmó Valls a la cadena de televisión BFMTV.

Los sondeos predicen un cara a cara entre Macron y la ultraderechista Marine Le Pen en la segunda vuelta de las presidenciales el 7 de mayo. La primera vuelta se celebra el 23 de abril.

Valls, que fue primer ministro del presidente François Hollande entre 2014 y 2016, explicó su decisión por "la crisis de la izquierda y la marginación de nuestro candidato", Benoît Hamon, así como por el "hundimiento moral de la candidatura de François Fillon", candidato de la derecha acosado por escándalos judiciales.

El respaldo de Valls es un arma de doble filo para Macron, de 39 años, quien abandonó el impopular gobierno socialista para formar su propio movimiento político "¡En Marcha!", que afirma "no es ni de derecha ni de izquierda".

Macron, quien fue ministro de Economía del gobierno de Valls, "agradeció" al ex primer ministro su apoyo pero aseguró que su objetivo es "renovar los rostros" en la política francesa, en declaraciones a la radio Europe 1.

El candidato socialista Benoît Hamon, quien derrotó a Valls en las primarias de enero, había anticipado esta defección desde el domingo, denunciando una "puñalada en la espalda".

Según los últimos sondeos Hamon llegaría en quinta posición en la primera vuelta, con alrededor del 10% de los votos.

Los candidatos de los dos grandes partidos tradicionales de la izquierda y de la derecha francesa podrían quedar fuera de la carrera en la segunda vuelta por primera vez en su historia.

El conservador Fillon empezó siendo el gran favorito para reemplazar a Hollande pero se vio inmerso en un escándalo de presuntos empleos ficticios, por el que él y su esposa fueron imputados.

Los últimos sondeos pronostican que llegaría en tercera posición en la primera vuelta, quedando descalificado en la segundo.

La defección de Valls levantó una ola de críticas de figuras del Partido Socialista, quienes denunciaron un "intento de sabotaje". 

"Todos sabemos ahora lo que vale una promesa de un hombre como Manuel Valls: nada", reaccionó el Twitter el exministro Arnaud Montebourg, quien se unió a Hamon tras ser derrotado en las primarias socialistas, como estipulaban las reglas de las primarias. 

"¿Quién tomó la decisión de no ocupar una posición central después de las primarias, de no reunir a toda la izquierda progresista?", replicó Valls, confirmando la existencia de una fractura en el seno del PS, "dividido entre dos candidatos", Hamon y Macron.

Valls no es el único miembro del Partido Socialista que ha decidido apoyar a Macron, un joven exbanquero que nunca se ha sometido al veredicto de las urnas.

Otros socialistas, como el ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian, escogieron apoyar a Macron y sus ideas "progresistas", una mejor alternativa, a sus ojos, para evitar una segunda vuelta entre la derecha y la extrema derecha.