El diagnóstico hecho por la Policía Nacional, que corresponde al año 2016 y a los dos primeros meses de 2017, se realizó con base en las medidas de protección asignadas e identificando los distintos niveles de riesgo de cada esquema y de la persona asignada.
 
Los cerca de 500 uniformados que salieron de esquemas de seguridad fueron asignados a nuevas labores de la siguiente manera: 162 en Salas de Audiencia; 65 para Seguridad Ciudadana; 68 a Servicios Extraordinarios; 32 para el Grupo de Protección de Infancia y Adolescencia; 31 para el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica; 7 al Grupo de Protección de Turismo y Patrimonio Nacional, y los demás para otras áreas y responsabilidades de la institución.
 
De igual manera, la institución indicó que de los esquemas de protección proyectados para culminar en 2017 ya se ha cumplido con un 40%.