Ojo escrutador sobre el juez Neil Gorsuch | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Martes, 21 de Marzo de 2017
Redacción internacional con AFP

A la “batalla épica” que anunció la oposición demócrata comenzó a someterse en el Senado  el juez y férreo conservador Neil Gorsuch, la carta del presidente Donald Trump con que se inclinará sobre el bando republicano la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.

Con lupa sobre su pasado, presente y hasta su futuro de Gorsuch arrancaron las audiencias que deberán durar no más de cinco días para determinar si se confirma su nominación.

Este juez brillante, firme defensor de los  llamados 'valores familiares', estricto intérprete de la Constitución y un convencido de la necesidad de preservar el papel de la religión en la sociedad estadounidense, se mostró en su primer examen ante la Comisión de Asuntos Judiciales del Senado, integrada por 20 miembros, muy tranquilo, pero sobre todo seguro.

Hizo una exposición de su carrera, logros y compromisos si llega la Corte, en medio del ojo escrutador e inconforme de los demócratas que lo consideran demasiado ligado a las finanzas y a los intereses conservadores.

Gorsuch,  impecablemente vestido con un traje azul marino, presentó como preámbulo a los miembros de su familia que estuvieron allí apoyándolo entre ellos a su mujer, Louise, con la que tuvo dos hijas. Así “rompió el hielo”, antes de hacer su intervención formal.

El juez estará durante la semana bajo los focos de los legisladores en Washington, que lo interrogarán sobre los más variados temas. En esta audiencia y a lo largo de todo el proceso de confirmación los legisladores escrutarán su pasado y pondrán bajo la lupa sus posturas sobre el aborto, el matrimonio homosexual, la discriminación positiva, el porte de armas y otros temas sociales que deberá abordar si finalmente se convierte en el noveno magistrado de la Corte Suprema.

La senadora demócrata por California Dianne Feinstein se manifestó preocupada por la amenaza que suponía el juez Gorsuch para el derecho al aborto. Partidario de la pena de muerte, Neil Gorsuch defiende casi todas las causas conservadoras en materia de familia y religión.

Sostiene, por ejemplo, que la Constitución debe ser interpretada de acuerdo con su sentido original cuando se aprobó en el siglo XVIII, una idea "muy inquietante", según Feinstein.

"Eso significa que los jueces y los tribunales deben evaluar nuestros derechos constitucionales tal como eran entendidos en 1789", destacó. Es decir una época en la que estaba en vigor la esclavitud, en la que la población estadounidense era de 4 millones de personas y no podía siquiera imaginarse lo que podía llegar a ser un automóvil o internet, agregó la senadora.

AFP

Togas negras

Los demócratas, minoritarios en el Senado, están empecinados en obstaculizar la confirmación de Gorsuch. Entrevistado en CNN, el senador demócrata Richard Blumenthal prometió recurrir a "todas las herramientas disponibles" para lograrlo.

Los senadores republicanos, por su lado, lo describen como magistrado íntegro con ideas irreprochables.

"No hay una toga roja para los republicanos y una toga azul para los demócratas. Aquí solo ponemos togas negras", aseguró Ben Sasse, legislador por Nebraska.

Neil Gorsuch ocupará la vacante dejada en el máximo tribunal por Antonin Scalia, magistrado conservador fallecido en febrero de 2016. Desde entonces la Corte Suprema funciona con solo ocho miembros, cuatro de los cuales son considerados progresistas. La llegada de Gorsuch inclinará la Corte a posturas más conservadoras.

De todas las personas designadas por Trump en el marco de la transición del poder, la confirmación de Gorsuch será la más disputada de todas.

Para ser confirmado por el Senado, un miembro de la Suprema Corte necesita una mayoría especial de 60 legisladores si la oposición demócrata recurre a una maniobra de obstrucción. Los republicanos tienen 52 bancas en el Senado y por eso necesitan convencer por lo menos a ocho demócratas.

Hombre de convicciones

A sus 49 años, este nominado por Trump está a punto de convertirse en el juez más joven de la Corte Suprema de Justicia.

Prácticamente desconocido fuera de los tribunales hasta cuando fue designado,  Gorsuch ha servido en la corte federal de apelaciones del 10º distrito de Denver, Colorado, desde 2016. Tiene una biografía a la medida para dejar satisfechos a los electores de Trump, especialmente cuando se lo compara con el juez que substituirá, el ultra conservador Scalia.

Es conocido por una extraordinaria y por momentos exagerada cortesía, aunque sus pares le reconocer habilidades diplomáticas y rigor intelectual. Su habilidad para escribir decisiones y su visión marcadamente tradicional han generado comparaciones con Scalia, quien era considerado un pilar fundamental de la visión conservadora del sistema judicial estadounidense.

El ahora nominado que exhibe títulos de las prestigiosas universidades de Columbia y Harvard, no esconde su admiración por Scalia. Y como él, favorece  lo que en Estados Unidos es llamado 'originalismo': la idea de que los jueces deben interpretar la Constitución en la forma en que fue entendida en el momento en que fue escrita, sin filtros de la modernidad.

Pero además, al escoger a Gorsuch para la máxima corte, Trump envía también un fuerte mensaje a los Estados del centro del país, que en general lo apoyaron en la elección presidencial y que no tienen ningún representante en la actual Suprema Corte.

El más seguro nuevo integrante de la Corte proviene de una familia con excelentes recursos financieros y pasó parte de su vida en Washington: cuando era adolescente, su familia se instaló en la capital estadounidense porque su madre fue nombrada responsable de la Agencia de Protección Ambiental en el gobierno de Ronald Reagan.

Primero se graduó en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y luego en la Universidad de Harvard, aunque posteriormente siguió estudios en la universidad de Oxford, Inglaterra, lo que quizá explique su tendencia a citar frecuentemente a Winston Churchill. Incluso conoce los corredores de la sede de la Suprema Corte, ya que actuó como ayudante del entonces juez Byron White (fallecido en 2002) y con el también juez Anthony Kennedy.

Finalmente Gorsuch trabajó como abogado en para un bufete de Washington y pasó a trabajar en el Departamento de Justicia durante el gobierno de George W. Bush, quien lo nombró para su puesto en la Corte federal de apelaciones de Denver en 2006.

Sus opiniones son ya conocidas por los largos textos en los que explica sus decisiones. Es autor de un libro la moralidad y los argumentos legales contra la eutanasia, en tanto apoya empresas que se niegan a pagar métodos anticonceptivos a sus empleados.

Su elección se da por descontada ya que los republicanos son mayoría en ambas Cámaras. Sin embargo se espera una arremetida demócrata contra el nominado, quien de seguro con su experticia podrá sortear y su visión será un gran aporte, desde la Corte, para el plan de gobierno presidencial