Documentalistas latinas, talento puro que rompe moldes | El Nuevo Siglo
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Sábado, 25 de Marzo de 2017
Redacción Cultura con AFP

ROMPIENDO los moldes tradicionales de los documentales al abarcar temas tan cotidianos y algunas veces intrascendentes, a los que muchos no le apostarían nada, las mujeres cineastas latinoamericanas están no sólo dándose un sitial en la pantalla grande, sino que caminan a pasos agigantados a consolidarse como las nuevas estrellas en este inmenso proyector de talento.

Así puede evidenciarse con lo que acaba de ocurrir en Tolouse, en Francia, donde cinco mujeres  expusieron sus visiones de este nuevo concepto de documental en el Festival Cinelatino  y cuyo máximo galardón fue para la colombiana Catalina Mesa con su película “Jericó, el infinito vuelo de los días”.

Desde historias familiares e íntimas, hasta situaciones cotidianas y elementales fueron los temas de estas cineastas para realizar sus trabajos, que partiendo de la realidad logran, en pocos pasos, romper la delgada línea hacia la ficción.

Más que relatos o retratos de experiencias y situaciones, las realizadoras latinas enfocaron su talento en dejar mensajes, reflexiones y hasta sabiduría en la trama de sus películas.

De esta forma, la colombiana Mesa  con su propuesta Jericó, calificada por los críticos de una propuesta en el umbral de la ficción aporta al espectador “pepitas de sabiduría”, según comentó ella misma tras alzarse con el galardón.

"Mi cine es un umbral entre documental y ficción, es un itinerario de encuentros con mucha musicalidad, con mucho color, con muchos personajes, en el pueblo de Jericó", contó Mesa.

La colombiana muestra una realidad en extinción, a través de los relatos de un grupo de mujeres, que con la melodía suave del acento paisa, cuentan su visión del mundo.

Llegó a Jericó porque tenía una tía-abuela que vivía allí, el último lazo de su familia con una realidad más rural. Cuando ella se enfermó, la documentalista decidió viajar al pueblo.

"Es a partir de los encuentros que emerge su realidad y que me dieron sus espacios íntimos, ellas me liberaron su sabiduría, sus historias íntimas de vida, sus dolores y sus humores, y finalmente nos libran sus pepitas de sabiduría de la vida", contó. 

Este micromundo antioqueño también cautivó a los espectadores, que lo reconoció con el galardón del público. 

Entre tanto, el   documental autobiográfico chileno "El pacto de Adriana" que narra el asombro de una joven que descubre que la tía idealizada de su infancia está acusada de ser la secretaria del exjefe de la policía política de Augusto Pinochet, recibió el premio SIGNIS, otorgado por la Asociación Católica Mundial para la Comunicación. 

"Todas las familias tienen al menos un secreto y la mía no es la excepción. Era mi ídolo. Mi tía Channy", es la sinopsis de la película que se adentra en el abismo de una joven que descubre el papel de su referente en los abusos a los derechos humanos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

El documental, filmado con la cercanía de antiguas fotos de familia, muestra el cuestionamiento de Lissette Orozco a su tía, Adriana Rivas, buscada por la justicia por su rol en la desaparición de un dirigente comunista en 1977.

Una selección variada

Otras películas en competición eran "Baño de vida", de Dalia Reyes, que abre una rendija sobre la sociedad a través de las conversaciones de un grupo de barrenderas que después del trabajo acuden a un baño público para limpiarse en Ciudad de México.

"Nunca vas a lograr que se abran" fue la frase que Dalia Reyes escuchó cuando planteó hacer este documental en el que ella retrata cómo estas mujeres encuentran en este espacio en extinción un lugar de convivencia, donde entre exfoliación y exfoliación hablan de sus vidas y se confiesan dolores cómo la pérdida de un hijo, el clasismo y la violencia sexual. 

De esta forma, recuerda, lo que partió como un documental sobre estas instalaciones, antes muy comunes por la falta de agua corriente en las casas, dio un vuelco gracias a su paciente escucha. Para filmar, se sumergió totalmente en la realidad de las barrenderas.

"Yo viví el peligro de sus circunstancias, me vestí con el uniforme, vi el desprecio. Ellas no creían al principio que yo fuera a recoger basura.  Jamás pensé que iba a comer al lado de un basural. Mi comida estaba sucia", dijo mientras reflexionaba sobre su obra.

Agregó así, que "las mujeres son más pacientes. Mis amigos documentalistas hombres me dicen puta que 'gueva' (pereza) que hayas estado en un baño tanto tiempo sacando hongos", recordó.

Para Reyes, las mujeres están más a la escucha. "Siempre se les dijo la verdad a estas mujeres. Siempre supieron que iban a aparecer desnudas. Hubo un trabajo previo de conocerlas", dijo Reyes.

"Fue un proyecto que cuando lo conté solo las maestras me alentaron. Los hombres me decían: 'Nunca vas a lograr que se abran'", recordó.

Por su parte su  compatriota José Villalobos también aspiraba a la recompensa con "El charro de Toluquilla", una balada triste sobre un mariachi seropositivo. 

También competía por Chile "Los niños", un filme de Maite Alberdi sobre la adultez de las personas con síndrome de Down, que teje un relato sobre la lucha para la inclusión social de los discapacitados.

La directora sigue a un grupo de adultos que lleva años asistiendo a un centro especializado, donde toman cursos de gastronomía, pero también reciben herramientas emocionales para enfrentar un mundo que les es hostil.

La brasileña Fernanda Pessoa también optaba al premio con "Historias que nosso cinema (nao) contava", una obra metacinematográfica que cuenta cómo las comedias eróticas de ficción se convirtieron en una forma de eludir la censura de los militares durante la dictadura.

"El documental es un género, que me parece, que atrae más y más realizadoras, en comparación con la ficción", aseguró.

"En Brasil hemos progresado mucho en los últimos años gracias a las políticas de discriminación positiva puestas en marcha por el Estado. Pero sin embargo, en el contexto actual de Brasil, estos avances están en riesgo", dijo Pessoa.

Finalmente aseguró que "un punto de vista femenino es cada día más importante en este momento en el que el pensamiento extremo retorna con fuerza en muchos países"

También estaba en liza "Sexo, Pregações e Política" de Aude Chevalier y Beaumel Michael Gimenez, un documental que indaga sobre las concepciones de la sociedad brasileña. 

En tanto, en la categoría cortometraje el festival premió a la producción mexicana "Verde", de Alonso Ruizpalacios, y el premio SIGNIS para ese rubro fue para la peruana "Aya", de Francesca Canepa Sarmiento.