Más acceso a créditos en cooperativas | El Nuevo Siglo
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Martes, 7 de Marzo de 2017
Redacción Economía

El Shadow Banking o ‘la Banca en la sombra’, se refiere al sistema de intermediación del crédito que ofrecen entidades financieras en condiciones similares a las ofrecidas por la banca, pero sin las garantías que provee el Estado.

El Financial Stability Board, FBS, lo define como el crédito intermediado que involucra entidades y actividades por fuera del sistema financiero tradicional. Los activos de las entidades de este segmento han crecido en cerca de US$5billones entre 2010 y 2014, y para este último año correspondían en promedio al 59% del PIB de los países analizados.

En este escenario, las recientes alertas sobre el ‘Shadow Banking’ se han activado como consecuencia de su expansión en el mercado financiero chino.

 

Caso colombiano

Un reporte de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria, en el país, señala que los cálculos más recientes del Banco de la República señalan que el tamaño del ‘Shadow Banking’ como porcentaje del PIB se ubica entre 10,3% y 11,9% del PIB.

El tamaño del sistema en Colombia no solo es bajo en comparación con los países analizados por el FSB, sino que también es relativamente menor en relación con los países de la región, pues solo Argentina se encuentra por debajo de Colombia, con una cifra cercana al 6% del PIB.

De hecho, la evolución del sistema en el país ha sido lenta, pues mientras el avance de la profundización del crédito tradicional ha sido de 7,2 puntos porcentuales (pps) entre el 2011 y 2015, este sistema ha tenido un incremento de tan solo 0,8 pps en el mismo lapso.

Las actividades más importantes que hacen parte del ‘Shadow Banking’ en Colombia bajo la metodología del FSB, las realizan los fondos de inversión colectiva 57%, seguido de las cooperativas no financieras 10,7%, las titularizaciones 8,9%, y los fondos mutuos y fondos de empleados 7,9%. En el rubro de ‘otros’, el Banco de la República incluye a las entidades del sector real que otorgan crédito, distintos a microcrédito, y a las cajas de compensación familiar, categoría que alcanzó una participación del 10,6%.

 

Los retos

Los retos de política económica deberán focalizarse en maximizar el beneficio en términos de crecimiento económico que aporta el ‘Shadow Banking’, minimizando los riesgos sistémicos que podrían exacerbarse debido a su expansión.

En Colombia, si bien la profundidad del sistema es relativamente menor con respecto a estándares internacionales, resulta fundamental incrementar la vigilancia preventiva sobre las entidades involucradas en el ‘Shadow Banking’.

En particular, es necesario comenzar a establecer medidas para mitigar los riesgos de liquidez que afectan a todas las entidades involucradas en este mercado.

En este sentido, tanto el Banco de la República como la Superintendencia Financiera han avanzado en la modernización de la supervisión y análisis de las entidades financieras no bancarias, como lo muestra el nuevo marco normativo para los fondos de inversión colectiva y las discusiones en el seno del Grupo Consultivo Regional de las Américas del FSB.

En efecto, el Decreto 1242 de 2013 mejoró las prácticas en materia de gestión, transparencia y seguridad para la administración de recursos por parte de dichos fondos, y se han realizado ejercicios de sensibilidad para medir el riesgo de estas entidades a nivel macroeconómico.

Recientemente, algunas entidades del sector real que realizan la labor de transformación del crédito, como ocurrió en el mercado de las libranzas, se enfrentaron a riesgo de liquidez cuando los flujos de pago cesaron.

Este episodio engloba varias de las características de las entidades del Shadow Banking y evidencia algunos de sus posibles riesgos. Así, estas entidades participaron en el mercado de intermediación crediticia al transformar la liquidez, pues con sus activos líquidos financiaban, en muchas ocasiones, activos ilíquidos.