“La ciudad del Pecado” como se conoce a Las Vegas, en EE.UU, es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Está localizada en una zona totalmente árida. Nunca llueve. En verano padece las más altas temperaturas. Se pegan los zapatos al asfalto que es casi fuego. Es normal encontrarse con chorros de agua para refrescar. Y, en invierno padece un frío extremo típico de un desierto. A pesar de las condiciones geográficas y climáticas que la azotan, el derroche de energía, agua, comida  y demás es inimaginable. Las luces que iluminan Las Vegas se ven desde el espacio. En vivo son una locura. Las veces que he estado allá siempre me pregunto lo mismo. ¿Cómo hacen para que no les falte nada? ¿Cómo crearon semejante oasis en un desierto? Y, concluyo que en estos países como el nuestro, llenos de disculpas ante la desidia e irresponsabilidad de quienes nos gobiernan, siempre  habrá la excusa perfecta para todo: el fenómeno del Niño o de la Niña. ¿Por qué no les falta el agua en Las Vegas? ¿Por qué la vida allá nunca se ve amenazada con un racionamiento de luz y agua?  Yo creo que allá si previeron las cosas y fueron responsables.  La represa de Hoover Dam, por ejemplo, construida en 1933 les garantiza el suministro de energía, en exceso,  pero no solo a Las Vegas, sino a cientos de ciudades en varios Estados. Esta fuente genera 2074 megavatios de energía hidroeléctrica por medio de diecisiete turbinas.

 

En cambio Colombia, supuestamente el país más rico de la región en recursos hídricos, está  ahora al borde de un apagón por la desidia de quienes nos gobiernan y  no por culpa del Niño o la Niña. Es muy fácil echarle la culpa a la naturaleza. Rodó la cabeza de un ministro pero eso no ayuda a nada. Ahora nosotros, que supuestamente veníamos pagando para que esto no ocurriera, tenemos que salvar al Gobierno y ayudarle a ahorrar energía. Tenemos un Presidente que diariamente nos muestra en un tablero cuánto nos falta ahorrar. ¿Nos podrá mostrar cuánta agua ha caído últimamente?

 

Dependemos de que no se “estrese” la central Guatapé que solo genera 560 megavatios de energía. La cuarta parte de lo que genera Hoover Dam. Solo en esta  diferencia se nota la falta de visión que tenemos. Y si se trata de ahorrar energía ojalá los planes no sean: ¡Apague y vámonos!

@ReyesJuanfelipe