Off the record | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Viernes, 16 de Febrero de 2018
Redacción Política

El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Bruce Mac Master, quien esta semana ha dado muchas entrevistas luego de conocerse las cifras sobre el mal año que tuvo el sector en 2017, supo esquivar algunas preguntas inquisitivas de los periodistas que lo quisieron meter en las honduras de la campaña presidencial. Por ejemplo, cuando explicaba que este 2018 es un año de expectativa entre los industriales, sobre todo porque muchos están a la espera de que se defina quién será el sucesor de Santos, se le preguntó sí él veía a algún candidato como el mayor amigo o enemigo del sector privado. El dirigente gremial reaccionó rápidamente diciendo que no iba a entrar a mencionar nombres pero indicando que era claro que cada candidato tenía un programa económico que debía ser analizado.

¿Disminuir la ley seca?

En varias campañas presidenciales hubo mucho eco a la propuesta del presidente Santos en torno a que se estudie la posibilidad de eliminar la ley seca durante las elecciones presidenciales. Como se trata de un mandato legal, es claro que no hay tiempo para que la restricción sea eliminada con miras a los comicios parlamentarios del próximo 11 de marzo. Así las cosas, lo que el Gobierno planea es llevar al Congreso, a partir del 16 de marzo, cuando se reanuda el último tramo de la legislatura, un proyecto de ley con mensaje de urgencia para que sea aprobado antes de que termine abril, de forma tal que ya para la primera vuelta presidencial, que se vota el 27 de mayo, no exista la prohibición de la venta y consumo en establecimientos públicos de bebidas embriagantes.

¿La consulta, referente adecuado?

“… Entiendo que el Gobierno considera que se puede acabar con la ley seca porque es una norma demasiado restrictiva, al prohibir la venta y consumo de licor desde la tarde del sábado hasta la madrugada del lunes siguiente a las elecciones… Sin embargo se equivoca al tomar como antecedente la consulta popular abierta de los liberales el pasado 19 de noviembre, porque en esa jornada apenas si participó el 2 por ciento del censo electoral vigente (menos de 800 mil personas), mientras que en los comicios parlamentarios la participación promedio es superior al 45 y hasta el 50%, es decir que se está hablando aquí de no menos de 12 o 14 millones de personas”, precisó un dirigente de una campaña, que pidió la reserva de su nombre.

¿Incentivo perverso?

Pero no fueron las únicas reacciones frente a la propuesta de Santos. Por ejemplo, un veterano exparlamentario indicó ayer que reducir la ley seca sería un “gran error” del Gobierno, toda vez que la medida, que busca disminuir el impacto de la jornada electoral en el normal día a día del país, podría terminar convirtiéndose en un “incentivo perverso”, sobre todo entre la juventud, lo que podría llevar a que el índice de abstención aumente el 27 de mayo. “… Todavía recuerdo una elección pasada en donde a un gobierno se le acusó de querer evitar una gran afluencia a las urnas, porque programó para ese día la repetición de un partido de fútbol muy atractivo”, sostuvo el exsenador, en charla informal con un periodista de EL NUEVO SIGLO.

¿Paseo o rumba?

 “… No nos engañemos… Muchos jóvenes se pueden ir de paseo ese fin de semana o irse de rumba el sábado en la noche… Recuerde también que ya para mayo la gente tiene todo el estrés del primer semestre encima y añora vacaciones y cualquier chance para descansar… La ley seca no debe entenderse como una restricción para que no nos matemos borrachos por calenturas políticas… sino como una oportunidad para que el ciudadano reflexione sobre el sentido de su voto… Por eso muchas empresas y comercios tampoco laboran ese día”, señaló el exsenador.