Entrevista. Crecimiento del PIB no satisface | El Nuevo Siglo
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Domingo, 18 de Febrero de 2018
Redacción Economía
 El Ministro de Hacienda le dijo a este diario que el próximo Presidente no tendrá espacio para bajar impuesto 

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EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo evalúa un crecimiento de 1,8% del PIB en 2017?

 

MAURICIO CÁRDENAS: No es satisfactorio, pero es mejor que lo que muchos estaban proyectando. Los analistas estaban esperando un 1,6% y hay quienes, incluso, hablaron de 1,5%. De manera que frente a las expectativas estuvo mejor. La buena noticia es que todos, incluso los analistas más pesimistas, estamos esperando un mejor resultado para 2018. El rango de pronóstico para este año va de 2,5% a 3%. En eso hay bastante consenso. Además, las cifras de comienzo de año son todas positivas: en enero la demanda de energía aumentó 3,5%, donde se destaca una importante aceleración en la industria; aumentó la confianza de los consumidores; los indicadores de riesgo país están en los niveles más bajos desde 2014.

ENS: ¿La oposición dice que un crecimiento de 1,8% es mediocre y no se puede maquillar con la tesis de que Colombia crece más que otros países de la región?

MC: Es claro que no estamos satisfechos con un crecimiento de 1,8%; todos quisiéramos que el país tuviera un mejor desempeño en su economía, pero esta, como cualquier otra cifra, debe ser puesta en contexto. Desde 2014 Colombia ha sufrido uno de los choques más fuertes que ha experimentado en su historia. Entre 2012 y 2016 el valor de sus exportaciones cayó a la mitad, como consecuencia de la caída en el precio de las materias primas. No obstante, el país siguió creciendo, generando empleo y manteniendo niveles históricamente altos de inversión, superiores a los de sus pares regionales. Inclusive, el crecimiento de 1,8% registrado en 2017 es superior al observado durante la crisis financiera internacional de la década pasada (1,7% en 2009).

 “El año pasado, a causa de los atentados el oleoducto estuvo cerrado más de 40 días, y la producción se redujo en 60 mil barriles por día durante este tiempo”

Colombia no es una isla en el mundo que puede sustraerse de las dinámicas macroeconómicas internacionales, y por eso hacemos referencia a lo que ocurre en otros países. Es importante ampliar el foco y mirar lo que pasó en la región el año pasado para que nos demos cuenta de que, dadas las condiciones de la economía mundial, crecimos por debajo de nuestras expectativas, pero nos fue mejor que a muchos de nuestros vecinos. Esto ocurrió a pesar de sufrir un choque de mayor magnitud, en relación a la caída en sus términos de intercambio, evidenciando la notable resiliencia que tuvo Colombia frente a estos choques externos.

ENS: Frente a esas proyecciones optimistas del Gobierno, algunos gremios replican que con el arranque malo que ha tenido el consumo, la industria y desempleo, la situación se ve más crítica. ¿Cuál es su respuesta?

MC: Las proyecciones del Gobierno son realistas. Estamos esperando que la economía crezca 2,7% en 2018, lo cual está en línea tanto con la proyección del equipo técnico del Banco de la República como con el consenso de los analistas. Inclusive, esta proyección es inferior a la del Fondo Monetario Internacional de 3%. Tampoco es cierto que el consumo y la industria hayan tenido arranques malos en este año. El gasto de los hogares medido por la firma Raddar tuvo un crecimiento real de 7,3% en enero, lo cual indica un comienzo de año favorable para el consumo. De desempleo no tenemos datos aún, pero sin duda no será un mal dato, a la luz de los indicadores que hemos visto para enero.

ENS: Otros de los analistas sostienen que el año iba muy bien porque el petróleo casi llega a los 70 dólares, pero se descolgó a los 60 ¿Eso cómo encaja dentro de las proyecciones del Gobierno para este año?  

MC: Nuestros pronósticos están hechos con un precio de 55 dólares por barril, de forma tal que cualquier cifra por encima es ganancia, y vamos a ver que la producción de petróleo va a estar un poco más alta este año que el pasado. Llevamos dos meses con una producción de 860 mil barriles por día, por encima del promedio de 2017 que fue 852 mil.

ENS: ¿Cómo le fue en la junta de Ecopetrol y cuál ha sido el impacto de los últimos atentados en la producción?

MC_ Hay preocupación, pero sobre todo rechazo por lo que ha pasado, especialmente en el Meta, donde actos de vandalismo han alterado la producción y la infraestructura petrolera. Estos graves actos se convierten en menos ingresos para poder generar prosperidad y desarrollo en todo el país. Es totalmente contradictorio que ahora, que estamos levantando vuelo de nuevo en materia petrolera, vayamos a deteriorar una mejor situación externa por factores internos. Eso sería un contrasentido.

 

ENS: ¿Económicamente cuánto se ha perdido?

MC: Según Ecopetrol, cada día que el oleoducto Caño Limón – Coveñas esté cerrado como consecuencia de los atentados genera una caída en la producción de 20 mil barriles por día. Sin embargo, este costo puede ser mayor. El año pasado, a causa de los atentados el oleoducto estuvo cerrado más de 40 días, y la producción se redujo en 60 mil barriles por día durante este tiempo.

ENS: El presidente Santos publicó una carta extensa haciendo un balance de los logros de sus gobiernos. Algunos candidatos presidenciales replicaron que no se evaluó objetivamente la crisis económica ¿Cuál es la realidad?

MC: La realidad económica del país es indiscutiblemente la de una recuperación después de un ajuste; un ajuste que fue producto de un fenómeno totalmente externo, una brusca caída en los precios del petróleo. Sin embargo, después del ajuste viene la recuperación.  La estabilización macroeconómica ha sido calificada por el FMI como ejemplar y vamos a dejar un país creciendo al 3%, camino el año entrante a una meta más alta, pero, sobre todo, un país que ya se acomodó a vivir con el petróleo a la mitad de lo que valía antes. Entonces, haber logrado un ajuste sin recesión es lo que también hay que destacar. Colombia tuvo esa capacidad de acomodarse de manera ágil y rápida a un entorno muy distinto al que tuvo en los 10 años previos a 2015 y lo hicimos ahorrándonos una crisis.

Campaña

ENS: ¿Y el gran reto que le queda al próximo presidente?

MC: Seguir consolidando el crecimiento económico y las finanzas públicas. La tarea en materia de reducción del déficit fiscal está avanzada con decisiones muy responsables, como la reforma tributaria y las reducciones del gasto, pero no está terminada. Esa tarea de reducción fiscal del país se tiene que mantener y es el reto que tiene el próximo gobierno. En materia de inflación y de reducción del déficit externo la tarea podríamos decir que ya está hecha. En esos dos frentes también tuvimos problemas, pero ya se resolvieron. En materia de crecimiento económico las bases están sentadas para que los resultados sean mejores.

Hay muy poco espacio para una reducción de impuestos. Si se reduce un impuesto hay que subir otro, pues no se pueden perder ingresos fiscales”

ENS: En medio de la campaña muchos candidatos proponen bajar impuestos, y presentan fórmulas para no aumentar la edad de pensión, ¿es viable?

MC: Hay muy poco espacio para una reducción de impuestos. Si se reduce un impuesto hay que subir otro, pues no se pueden perder ingresos fiscales. Esa es la verdad, no es lo que se quiere oír, pero es lo cierto. El país tiene que seguir reduciendo su déficit fiscal y buscar una situación fiscal que asegure, hacia adelante, que podamos mantener nuestra calificación y nuestro grado de inversión. Es decir, hay limitaciones y es muy difícil pensar en la reducción de impuestos.

ENS: ¿Y en materia pensional?

MC: En materia pensional existe claridad sobre los principales temas por resolver, principalmente en materia de equidad, cobertura y sostenibilidad fiscal. Propuestas como las realizadas por la comisión de gasto aportan a la discusión, pero se requiere un mayor debate para plantear medidas concretas. En todo caso, en aspectos fundamentales como la necesidad de limitar los subsidios, en particular a las pensiones más altas, y continuar promoviendo los mecanismos de protección social a la población que no puede acceder al sistema pensional, como Colombia Mayor y Beps, hay un consenso general.

ENS: Algunos analistas prevén que la economía en este primer semestre no tendrá mayor dinamismo porque muchos empresarios tienen suspendidas sus inversiones en espera de cuál será el tono del próximo gobierno, dada la polarización política y las diferencias de programas económicos de los candidatos ¿Eso está pasando? 

MC: Hay una polarización, indiscutiblemente, negarlo sería ignorar una realidad, y hay un debate más abierto en un escenario político donde caben más tesis y más ideas, lo cual es saludable para una democracia. Que Colombia tenga un debate político más abierto, no se puede convertir en un factor negativo. No es malo para la economía. Al final, estoy seguro de que las tesis que van a imperar son las tesis que han caracterizado a nuestro país durante décadas: un manejo económico serio, responsable, donde hay continuidad de unas políticas que han funcionado bien y dado buenos resultados. Sé que hay mucho ruido en esta etapa electoral y seguramente habrá incertidumbre, pero estoy totalmente seguro de que, independientemente del resultado electoral, el país va a escoger una ruta, un camino que no se desvía de la seriedad y responsabilidad en materia económica. ¿Qué significa todo esto? Que no hay ninguna razón, en estos momentos, para que los empresarios paren o frenen decisiones, porque, históricamente, una de las principales características de la economía colombiana es que pasan los gobiernos, pero se mantiene el manejo económico.

La ‘mermelada’

ENS: Otra de las noticias de la semana es la decisión de la Corte Suprema de abrir indagación preliminar a casi 200 congresistas por el manejo de los cupos indicativos y de los cargos burocráticos. Como ministro de Hacienda, ¿qué responde a quienes dicen que parte de la culpa la tiene el Gobierno por comprar apoyos con presupuesto y puestos?

MC: Este gobierno ha tenido como prioridad las inversiones en todas las regiones. Es muy importante que este esfuerzo presupuestal se materialice en obras bien hechas. Lo que es inaceptable, desde todo punto de vista, es que en la ejecución haya corrupción, que se roben esa plata. El Gobierno, obviamente, apoya las inversiones regionales pero es categórico en que aquellos casos en los que se desvíen recursos, se aplique la ley con toda contundencia.

ENS: En ese tema de la “mermelada” ¿Cómo una frase anecdótica de Juan Carlos Echeverry sobre la repartición equitativa de las regalías terminó siendo un lastre para el gobierno?

MC: En efecto, la reforma al Sistema General de Regalías tuvo como propósito una distribución más equitativa de las regalías para llegar a todas las regiones del país. El Gobierno nacional ha procurado que las inversiones regionales con recursos del Presupuesto General de la Nación también lleguen a la mayor parte de los municipios, para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, construyendo infraestructura social. Pero insisto, tanto con los recursos de las Regalías como los del Presupuesto, en aquellos casos en que los entes de control encuentren en algún municipio, en cualquier parte de país, que hay casos de corrupción, que se aplique la ley con toda severidad.

Las calificadoras

ENS: Usted estuvo en Estados Unidos hablando con las calificadoras de riesgo ¿Cómo le fue, después de que en diciembre S&P rebajara la nota crediticia a Colombia?

MC: Presentamos toda la información de lo que está pasando con la economía colombiana. Ellas están pensando no tanto en el presente sino el futuro y esperemos a ver qué análisis hacen sobre esas perspectivas. Ellas están todo el tiempo analizando y revisando las cifras, toman las determinaciones con mucha autonomía y, por supuesto, el trabajo y el esfuerzo nuestro es informar, aportar, dar perspectivas para que se tenga una visión positiva de nuestro país.

ENS: ¿Cómo ve el nuevo plan de infraestructura de Estados Unidos que va invertir más de tres trillones de dólares y qué le enseña eso a países como Colombia?

MC: Dicho por la IFC, Colombia tiene el plan de infraestructura más ambicioso del mundo en desarrollo en estos momentos. Nosotros estamos adelantados frente al plan de infraestructura de los Estados Unidos. A Colombia la miran hoy como referente en lo que es el programa de asociaciones público-privadas, porque tenemos el modelo para desarrollar la infraestructura compartiendo responsabilidades y riesgos entre el sector público y el sector privado.

ENS: Los gobernadores no quieren tener más el manejo del Programa de Alimentación Escolar ¿Qué decirles?

MC: Tenemos un sistema que comparte responsabilidades. Es decir, la mayor parte de los recursos los aporta el Gobierno nacional, pero en un país descentralizado, naturalmente quién tiene más capacidad de controlar la calidad de la alimentación, de asegurar un buen servicio son las entidades territoriales, que están más cerca de la ciudadanía. En un esquema de descentralización lo que hace el Gobierno es apoyar financieramente los programas en aquellas entidades territoriales que ya están certificadas, que tienen unos buenos estándares para manejar sus sistemas de educación. También se espera que tengan la capacidad de contratar adecuadamente la alimentación escolar. Sería mucho más difícil hacer esa contratación y, sobre todo, controlarla desde Bogotá.