Fernando Araújo Rumie | El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Febrero de 2018

Que los mejores conservadores se encuentran en el Centro Democrático es cosa sabida. Que el Centro Democrático representa, sostiene y simboliza la genuina doctrina conservadora es una perogrullada. Pero entre las mentes lúcidas y conservadoras del Partido de oposición destacan algunas; quizás aquellas más claras, más contundentes, más leales a principios y actuaciones.

Y si algo debemos admirar de tan novísima organización política es haber llevado al Congreso nueva sangre, renovación verdadera y juventud esperanzadora.

Ese es el caso del senador Fernando Araújo Rumie. Hombre de pesados quilates patrióticos y de ninguna corruptela. Se ha destacado como el que más en las filas de la oposición con propuestas siempre sensatas, respetuosas y propositivas.

Allende al dualismo Santos-Uribe, Araújo Rumie se ha casado con las banderas de la racionalidad. Fiel al presidente Uribe ha sabido distinguir lealtad de servilismo; radicalismo de racionalidad y oposición a obstrucción.

Las políticas de Uribe, -ya se sabe al pasar de los días y de los años-, son las correctas. La seguridad, la autoridad, el orden son pisos fértiles y sanos para el empleo, el ejercicio de la libertad y las prácticas de inalienables derechos como la igualdad y la propia vida. Con ello claro se ventila la inversión, el buen gobierno y se apuntala la esperanza colectiva. En esa correcta cosmovisión no hay espacios para dictaduras ni falsos ademanes democráticos como los de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua.

A eso se la ha jugado de lleno el senador Araújo Rumie. Su juventud le valió versatilidad y coraje; dinamismo y profundidad y, como ninguno otro, logró volver a poner en el mapa de la decencia política caribeña los quilates de un ya olvidado Núñez.

No es fácil encontrar buenos líderes en la política; menos aún limpios y correctos y, mucho menos si son de origen costeño. Por eso la candidatura del senador Fernando Araújo merece toda mi consideración y respeto, a tal punto de empuñar el lápiz para escribir estas letras de imprenta e invitar al ciudadano, a ese desesperanzado y asqueado ciudadano por lo que nos ha dejado el Santo-samperismo al paso de su gobierno, a pensar en figuras como esta al momento de depositar su voto.

Si. Me refiero con voz fuerte y clara a compatriotas ya probados en el ejercicio parlamentario, pero aún jóvenes, vitales, valientes, desacomodados con un status quo promovido por el Santismo, honrados y honestos, como el senador Araujo.

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI.

@rpombocajiao