El Gobierno y la guerrilla | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Febrero de 2018

El Gobierno cantó victoria prematuramente y dijo que con los acuerdos de Cuba había logrado la paz. Muchos lo creyeron y sobre el Presidente llovieron elogios y premios internacionales. Lamentablemente no ha sido así. No pocos miembros de las Farc se declararon en disidencia y siguieron delinquiendo, especialmente en el lucrativo negocio del narcotráfico, sin excluir las extorsiones y los secuestros. Otros se unieron a bandas criminales (clan del golfo, etc.) y otros se fueron a engrosar las filas del Eln el que ha parecido renacer de sus cenizas. Pero, como dijo el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, el conflicto armado sigue vivo en varias zonas por la presencia de grupos armados y del Eln. “Aunque haya disminuido el número de muertes de civiles desde la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y las Farc, el conflicto armado sigue siendo en gran medida una realidad para millones de personas en todo el país”. Es claro que nuestras fuerzas armadas no han podido controlar los territorios abandonados por las Farc sobre los que se ha desatado una lucha pues allí están muchas de las rutas del narcotráfico.

El Gobierno, ansioso de llegar también a un acuerdo con el Eln, inició conversaciones con ellos en el Ecuador y el grupo guerrillero entró en un cese al fuego temporal. Vinieron entonces las desavenencias con Juan Camilo Restrepo, jefe de la delegación oficial, no es claro exactamente sobre qué, lo que llevó al cabecilla guerrillero “Beltrán” a manifestar que “o Juan Camilo cambia, o cambian a Juan Camilo, o esta mesa se acaba por su terquedad”. El Gobierno, apaciguador, envió en varias ocasiones a Álvaro Leyva, Iván Cepeda y Ernesto Samper a hablar con los miembros del Eln, lo que naturalmente molestó a Restrepo quien renunció; fue remplazado por Gustavo Bell, tal vez considerado por el Presidente como más flexible.

El Eln reanudó su actividad terrorista  destinada a obligar al gobierno a aceptar sus exigencias, al punto de que el Gobierno se viera forzado a suspender las negociaciones después de que los elenos atacaran una estación de policía en Barranquilla con saldo de 5 muertos y 41 heridos. En un comunicado el Eln dijo que este ataque era "una respuesta" a que "el Gobierno Nacional se rehúsa a dar respuestas a las necesidades de la población, inventa excusas para no garantizar sus derechos y usa a la fuerza pública para reprimir al pueblo que se cansa de aguantar y pelea por su sobrevivencia y dignidad".

Muy difícil más concesiones al Eln en época preelectoral y cuando dicen haber acordado con las Farc una “defensa conjunta” de los acuerdos de Cuba, es decir pretenden más de lo que obtuvo Timochenko.