¿Zarpazo a regalías para ciencia? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 22 de Febrero de 2017

Una vez más la inversión de los recursos de las regalías está en el ojo del huracán. Y esta vez no sólo es por la transparencia en la asignación y ejecución de los contratos para obras y programas en departamentos y municipios, sino por los cambios en la destinación de billonarias sumas que no se ejecutaron a tiempo. Cambios que tienen al Gobierno como protagonista principal, por dos hechos puntuales de las últimas semanas. De un lado, al amparo del acuerdo de paz con las Farc y las facultades extraordinarias dadas al Presidente de la República para avanzar en la implementación normativa del pacto, se expidió ya un decreto mediante el cual se destinan recursos del antiguo Fondo Nacional de Regalías para atender la red terciaria de los municipios priorizados para el posconflicto. Y, de otro, por una propuesta de la Casa de Nariño para “descongelar” recursos de las regalías cercanos a 1,5 billones de pesos, para la construcción de más de tres mil kilómetros de estas carreteras regionales y locales. Para este caso sería necesario que el Congreso aprobara un acto legislativo -que ya redacta el Ejecutivo- pidiendo autorización para redireccionar “por una sola vez” esa suma.

Sin embargo lo que inicialmente fue presentado por el Gobierno como un trámite normal con miras a reactivar la economía y la inversión social en las regiones, ha tenido fuertes peros. El primero en prender las alertas fue el ex director del Instituto Nacional de Salud y presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Moisés Wasserman, quien también ocupó la rectoría de la Universidad Nacional.

En una reciente columna de opinión en el diario El Tiempo, en la que hizo un panorama bastante realista sobre los problemas del Sistema General de Regalías, Wasserman advierte que esos 1,5 billones de pesos que se redireccionarían pertenecen en realidad a recursos no ejecutados que deben invertirse en proyectos de ciencia y tecnología. Según el experto, el Gobierno sostiene que esa suma no se invirtió por falta de buenos proyectos a financiar en estos campos, frente a lo cual replica que el problema radica en que tanto en la reforma al Sistema en 2011 como en su reglamentación, los mecanismos para escoger qué iniciativas de carácter investigativo y científico podían ser aprobadas no fueron los más procedentes. Sostuvo que en lugar de trasladar los recursos a instituciones como el Fondo Caldas y organizar un sistema para evaluar y aprobar la financiación a los proyectos más idóneos, en cabeza de expertos, se creó un fondo nuevo, fraccionado entre todas las gobernaciones, con la ejecución a cargo de éstas y Colciencias apenas como una secretaría “inane” que daba un aval final de calidad.

Ello llevó -según Wasserman- a que seis años después haya una subejecución del 30 por ciento de los recursos de las regalías para ciencia y tecnología pero “no por falta de proyectos, como se dijo, sino por falta de proyectos que interesaran a los gobernadores”.

Pero no ha sido la única voz crítica a la propuesta de redireccionar a vías terciarias esos 1,5 billones de pesos. La Contraloría advirtió ayer que la propuesta presidencial de destinar “por una sola vez” los saldos no ejecutados del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación (FCTeI) no se justifica, más aún cuando el Sistema presenta problemas de fondo que deben debatirse y resolverse con urgencia.

Recalcó el ente de control fiscal que persisten los manejos indebidos de los dineros de las regalías, las inversiones en obras que terminan siendo inservibles, los problemas de pertinencia de muchos proyectos y los altos saldos en la Tesorería de la Nación (5,7 billones de pesos) por cuenta de la lentitud en la aprobación de las iniciativas y en la ejecución de los mismas.

Según la entidad, en materia de ciencia, tecnología e innovación el país tiene importantes rezagos, pero el ordenamiento institucional del Sistema ha llevado a que la toma de decisiones sobre el gasto del  FCTeI esté determinada fundamentalmente por los gobernadores, quienes generalmente tienen intereses diferentes a los que exige el desarrollo científico e incluso el desarrollo regional. Por ejemplo, a diciembre de 2015 deberían estar terminados 96 proyectos por un valor de $640.077 millones, pero solo habían concluido 11 por $17.420 millones. Esta problemática, se puntualizó, no se resuelve trasladando los recursos, ya que simplemente el problema de fondo se estaría aplazando.

¿Harán el Gobierno y el Congreso caso a estas alertas de la Academia y el ente de control fiscal? Esa es la pregunta que debe responderse.