Y de la paz ¿qué? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Febrero de 2017

Los debates generados por distintos casos de corrupción seguramente no cesarán, pues el tema revive todos los días, reflejado repetidamente en nuevas versiones que implican a diversos individuos. Es evidente que en un contexto en el que la corrupción se encuentra tan viva, la idea de la paz es fundamental, aún más cuando a dicho contexto se suma una inseguridad creciente.

El escándalo ahora, después de los Nule, el ‘carrusel’ del Distrito, las zonas francas, Reficar e Isagen, entre muchos otros, es el aporte de dineros por parte de Odebrecht (firma símbolo de la corrupción mundial) a la campaña de nuestro Nobel de La Paz. No quisiera adelantarme al desarrollo de una noticia que, como se ha dicho por la Fiscalía ante la sorpresa de la opinión pública, no está bajo investigación penal sino que la causa está siendo trasladada al Consejo Electoral, para que proceda mediante una investigación de carácter administrativo, por ser de su competencia. Ahora, si ha tenido lugar una infracción de las normas de carácter cambiario, entonces será de competencia de la Superintendencia Financiera, que de encontrar  responsabilidades penales, la pasará de nuevo a la Fiscalía. Allí, entonces, se tendrá que mirar cuáles son las inhabilidades que se desprenden de haber sido el actual Fiscal en el pasado Ministro de la Presidencia y directivo de la campaña del candidato a ser investigado. Como también habría inhabilidades en el caso de la Superintendencia Financiera, ya que se trata de investigar la campaña del Jefe de Estado, quien es el superior del Superintendente. 

En fin, ¿llegará esta investigación a algún lugar? Cualquier observador con esta información diría que no. Pero la verdad es que el pueblo está pendiente de ello y teniendo la responsabilidad de elegir, dentro de poco tiempo, a los nuevos dignatarios, el debate de la corrupción estará al final en sus manos desde el punto de vista electoral. La corrupción, por tanto, será el tema frente a los nuevos candidatos. Pero en cuanto a la paz se trata, me pregunto si se van a incumplir los pactos hechos con las Farc los nuevos integrantes de nuestro estado de derecho. Porque de ser así, lo que se viene será aún más grave que las consecuencias de la corrupción o de los aportes en dinero de dudosa procedencia a las campañas políticas.

Además, por otra parte, ¿qué se va a pactar ahora en el proceso, recién iniciado, con el Eln? En la agenda de trabajo para las negociaciones están ni más ni menos que las políticas de gobierno respecto a nuestra riqueza natural, minera y ecológica, con un esquema de discusión en el que la incorporación de la sociedad civil para el Eln es fundamental. Como siempre lo hemos dicho, la paz no se construye con las guerrillas sino que se requiere a todo el pueblo, ya que se trata de incorporar el desarrollo al territorio nacional y sus gentes. Por eso es que cuando vemos todas las noticias de actos de corrupción, creo que el camino de la paz en realidad está aún muy lejos, aunque todos queramos una terminación integral del conflicto armado y, por tanto, que prontamente el Eln entre a la vida democrática.