Solución a guerra siria, ¿una misión imposible? | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Sábado, 25 de Febrero de 2017
Redacción internacional con AFP

Con un optimismo crónico y comprometido de lleno con hacer posible una misión que parece imposible, lograr una salida negociada a la guerra Siria, el emisario especial de la ONU para este conflicto, Staffan de Mistura, utiliza nuevamente toda su experticia para intentar en Ginebra relanzar el diálogo entre los dos principales beligerantes del conflicto, mientras sobre el terreno, a cientos de kilómetros la violencia no daba tregua y seguía cobrando decenas de vidas.

El ítalo-sueco De Mistura, es un diplomático experimentado, que ha logrado entendimiento en diversas crisis a lo largo y  ancho del planeta. Lleva casi tres años a prueba en el avispero sirio, desde julio de 2014 cuando el entonces secretario general Ban Ki-Moon lo designó para buscar una salida a esta guerra. Y desde el jueves, multiplica sus esfuerzos, de nuevo, en Ginebra para tal fin.

El viernes pasado, en el segundo día de la nueva ronda de negociaciones entre el régimen de Damasco y la oposición siria, las discusiones para abordar el fondo de la cuestión, la búsqueda de una solución pacífica, no lograron avance alguno, mientras que en Siria la violencia seguía en apogeo. Así el Estado Islámico se reivindicó un  ataque suicida que mató a más de 50 personas, la mayoría civiles, cerca de la ciudad siria de Al Bab, que pocas horas antes los rebeldes y las tropas turcas habían retomado de manos de los yihadistas.

Ambos atentados, cometidos según la oenegé Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) por los yihadistas -excluidos de las negociaciones- evidencian la fragilidad de la situación en un país devastado por seis años de guerra donde intervienen actores nacionales e internacionales con agendas muy distintas.

Sin embargo De Mistura persiste en su labor y se muestra confiado en que si logra relanzar el diálogo entre gobierno y oposición será un primer paso clave para la resolución de esta guerra que estalló en marzo en marzo de 2011 y ya ha dejado más de 310.000 muertos.

Este diplomático de tiempo completo remplazó a dos enviados especiales que tuvieron que tirar la toalla dada la complejidad del conflicto: el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, y su sucesor, el exministro argelino de Relaciones Exteriores Lajdar Brahimi.

Staffan de Mistura, de 70 años, se empleó a fondo desde el principio en su nueva misión, multiplicando los viajes y las iniciativas de paz, y repitiendo incansablemente ante los periodistas que la solución política está al alcance de la mano.

En 2016, logró que acudieran a Ginebra representantes del gobierno sirio y de la oposición a Ginebra para negociar hasta en tres ocasiones, aunque los beligerante se negaron a hablar cara a cara y las reuniones no dieron ningún fruto tangible. Pero el enviado no pierde la esperanza y así se evidencia por estos días en la capital suiza.

Años de esfuerzos diplomáticos

Desde que en 2011 comenzara el conflicto en Siria, se han llevado a cabo varios intentos diplomáticos para ponerle fin, con el futuro del presidente Bashar Al Asad como principal escollo.  

De todas partes del mundo han surgido iniciativas, se han nombrado emisarios, se ha manifestado la buena voluntad para ayudar al fin de la guerra, pero todo ha sido infructuoso por la intransigencia de las partes.  Aquí, los años de esfuerzos de la comunidad internacional:

Iniciativas árabes. El 2 de noviembre de 2011, la Liga Árabe anuncia un acuerdo sobre un plan de alto el fuego, liberación de detenidos y retirada del ejército de las ciudades. Ninguna de las cláusulas se respeta. En las semanas posteriores, la Liga suspende a Siria y le aplica sanciones inéditas hasta entonces. A finales de 2012 el régimen sirio cierra la puerta a cualquier mediación árabe.

Ginebra I. El 30 de junio de 2012, en Ginebra, el llamado "Grupo de Acción sobre Siria" (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y representantes de la Liga Árabe, Turquía y la Unión Europea) acuerda una transición política pero luego no se pone de acuerdo sobre cómo llevarla a cabo.

Washington quería que el acuerdo, que nunca fue aplicado, abriera el camino a la era post-Asad mientras que Moscú y Pekín, aliados de Damasco, afirmaban que los sirios tenían que decidir ellos mismos su futuro.

Ginebra II. En enero de 2014 se celebran en Ginebra las primeras negociaciones entre régimen y oposición, que terminan sin resultados. El 15 de febrero el mediador de la ONU, Lakhdar Brahimi, que sustituyó a Kofi Annan en 2012, pone fin a las negociaciones antes de dimitir a su vez.

Reuniones de Viena. El 30 de octubre de 2015, un mes después del inicio de la intervención rusa para apoyar al régimen sirio, 17 países, entre ellos Rusia, Estados Unidos, Francia y por primera vez Irán, estudian una solución política en Viena sin la presencia de representantes sirios. Pero tampoco hay acuerdo sobre el futuro de Asad. El 14 de noviembre otra reunión termina en fracaso por el mismo motivo.

El 18 de diciembre de 2015, por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU adopta una resolución con una hoja de ruta para una solución política, con un gobierno de transición en seis meses y elecciones en otros 18.

A principios de 2016, se celebran en Ginebra tres rondas de negociaciones indirectas entre el régimen y grupos de oposición, supervisadas por el emisario de la ONU Staffan De Mistura. Pero no se llega a un consenso sobre las modalidades de una posible transición. Sobre el terreno, se producen violaciones de una tregua auspiciada por Estados Unidos y Rusia. 

Rusia, Turquía e Irán, al frente. El 9 de agosto de 2016, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo país apoya a los rebeldes, se reúne con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para sellar la reconciliación después de una crisis causada por el derribo de un avión ruso por la fuerza aérea turca en la frontera siria, a finales de 2015.

Dos semanas más tarde, Turquía lanza una operación militar en la provincia de Alepo para combatir a los yihadistas del grupo Estado Islámico y a milicias kurdas. 

El 22 de diciembre, el régimen recupera el control de la ciudad de Alepo, al término de una operación de evacuación de decenas de miles de civiles y rebeldes gracias a un acuerdo patrocinado por Rusia, Irán y Turquía.

Los tres "padrinos" toman las riendas del asunto e imponen el 30 de diciembre un alto el fuego entre el ejército y grupos rebeldes.

El 23 y 24 de enero de 2017, y luego el 16 de febrero, organizan en Astaná (Kazajistán) unas conversaciones que sientan por primera vez en la misma mesa a representantes del régimen y una pequeña delegación rebelde. Pero las reuniones, organizadas por primera vez sin la implicación de Estados Unidos, terminan sin avances importantes.

Ginebra IV.  Los representantes de la oposición y del régimen se reúnen desde el  jueves en Ginebra en una nueva ronda de conversaciones bajo los auspicios de la ONU. Pero las fuerzas gubernamentales intensificaron en los últimos días su campaña de bombardeos contra posiciones rebeldes en las afueras de Damasco, "un mensaje sangriento" destinado a sabotear las negociaciones según la oposición