Reviven tesoros antiguos con restauradores de Ciudad Prohibida | El Nuevo Siglo
Foto Xinhua
Sábado, 11 de Febrero de 2017
Zhai Xiang, Cheng Zhuo y Shi Yucen

En el Museo del Palacio en Beijing, en donde a los visitantes se les dice constantemente que no toquen los invaluables objetos culturales, Qu Feng dedica cada día a restaurar tesoros que datan de hace cientos de años.

Qu trabaja en el departamento de conservación del Museo del Palacio, que es responsable de la conservación, restauración e investigación de más de 1,8 millones de tesoros culturales.

Constantemente surgen del atareado departamento historias sobre la nueva vida que adquieren las antigüedades y artefactos chinos valiosos.

Qu y sus colegas son conocidos como los "maestros de la Ciudad Prohibida".

Qu, quien es jefe del estudio de conservación de madera del departamento, está trabajando en una pieza llamada "Recreo de la ciruela", una placa de madera con incrustaciones de cintas de oro y dos caracteres de jade.

La placa, creada durante el reino del emperador Qianlong (1736-1795), alguna vez estuvo colgada en el Salón del Enriquecimiento Mental, donde residían y abordaban los asuntos de Estado los emperadores de la Dinastía Qing (1644-1911).

Cuando el salón fue cerrado para una remodelación de cuatro años, la placa fue retirada para ser sometida a conservación.

Parte del jade de la placa se había desprendido, volverlo a pegar resultó ser bastante más complicado de lo que se imaginaba.

Qu tuvo que usar un tipo especial de cera, hecha a base de cera de abeja y colofonia, porque otros adhesivos podrían corroer el jade con el paso del tiempo. La receta para producir esta cera especial ya se había perdido, por lo que el museo dependía exclusivamente de la cera que había almacenado.

Después de años de esfuerzos, el departamento de conservación logró reconstruir la receta a través de un análisis químico.

Sin embargo, incluso con todos los ingredientes correctos a la mano, Qu y su equipo tuvieron que esperar, porque la placa antigua y frágil, así como su marco se habían dañado parcialmente por la expansión y contracción causada por el calor.

"Ya está restaurada ahora (en invierno), la expansión térmica podría causar un daño aún mayor el próximo verano", afirmó Qu.

A principios de este año, "Maestros de la Ciudad Prohibida", una serie documental sobre el trabajo de los restauradores del museo, se convirtió en un sorpresivo éxito en línea. Tuvo más de seis millones de visitas y recibió la impresionante calificación de 9.5/10 otorgada en un sitio web de transmisión de video en China.

Una versión cinematográfica fue presentada el 16 de diciembre tras el éxito de la serie en video.

La convicción, la paz interior y la persistencia de los técnicos los ha convertido en héroes entre muchos chinos de las generaciones posteriores a los 80 y a los 90.

Espíritu y destreza

El director del Museo del Palacio, Shan Jixiang, señaló que la popularidad del documental generó un aumento de solicitudes de trabajo en el equipo de restauración.

En 2016, el museo recibió 15.000 solicitudes de empleo para 20 vacantes. Sin embargo, convertirse en un especialista calificado en conservación requiere tiempo.

Wang Hongmei se especializa en la restauración de pinturas que han perdido brillo a menudo deterioradas por manchas, moho y orificios.

La especialista, quien crea exquisitas pinturas clásicas chinas, llegó al museo hace 16 años para reforzar su conocimiento sobre la esencia de la cultura china.

"Al principio, la restauración de pinturas era sumamente desafiante porque tenía que pasar horas de pie debido a la naturaleza del trabajo", recuerda Wang. "El compromiso y el tiempo calmaron mi corazón gradualmente", reflexionó.

Un restaurador como Wang necesita todo un año para restaurar apenas entre tres y cuatro pinturas. En ocasiones, el trabajo puede requerir aún más tiempo. 

Una pintura escénica de más de 170 metros cuadrados, que representa glicinias púrpuras, grullas y pinos, fue colocada en el muro y techo del Estudio de Agotamiento del Servicio Diligente, encargado por el emperador Qianlong por su retiro.

Pintada bajo la guía del misionero jesuita y artista Giuseppe Castiglione, es una pintura excepcional. 

Wang y sus colegas dedicaron cinco años, de 2003 a 2008, para restaurar la maltratada pintura y que recuperara su viejo esplendor. 

La destreza requerida para ese trabajo lleva a los restauradores al límite y se convierte en un proceso de autodescubrimiento, comentó Qu, quien ha pasado 10 años dentro de los muros rojos de la Ciudad Prohibida. 

Ahora, el público tiene la oportunidad de observar esta profesión meticulosa que alguna vez fue misteriosa.

El Museo del Palacio inauguró un taller de conservación que permite al público observar de primera mano cómo lleva a cabo el museo la conservación del patrimonio cultural de China.

El taller, un nuevo sitio en el departamento de conservación del museo, es actualmente el mayor centro de conservación del patrimonio cultural en China. En él se utilizan técnicas tradicionales, pero también está equipado con avanzadas instalaciones científicas.

El centro conserva reliquias, que incluyen textiles, madera, laca, cerámica, metal, relojes, libros, thangka (tapices budistas) y murales. También tiene replica caligrafía y pinturas.