Reunión en Quito se reanuda en buen ambiente: Eln | El Nuevo Siglo
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Lunes, 27 de Febrero de 2017
Redacción Web con AFP

La guerrilla del ELN, en negociaciones de paz en Quito con el gobierno, señaló que reanudó en "buen ambiente" las reuniones de trabajo, tras adjudicarse un fatal atentado en Bogotá ocurrido hace una semana.

"A esta hora se reanudan las reuniones y el trabajo de las submesas (una de participación de la sociedad civil y otra de acciones humanitarias) en un buen ambiente entre las partes", escribió la guerrilla en la cuenta de su radio oficial, ELN Ranpal.

A la medianoche del domingo el ELN, se atribuyó, el ataque con explosivos contra una patrulla policial ocurrido el 19 de febrero cerca de la plaza de toros en Bogotá, que dejó un uniformado muerto y varios heridos de gravedad, además de daños materiales.

El anunció generó el repudio del jefe negociador del gobierno colombiano, Juan Camilo Restrepo, quien enfatizó que los atentados alejan la posibilidad de un alto al fuego.

"Si el ELN cree que con actos terroristas como el de La Macarena (cuya autoría ahora reconoce con cinismo) va a presionar un cese al fuego está muy equivocado. El cese al fuego se alcanzará cuando el ELN comprenda que a él se llega desescalando, no escalando el conflicto", escribió en Twitter.

La guerrilla a través de la cuenta ELN-Paz argumentó que el presidente Juan Manuel Santos había impuesto el "diálogo en medio del conflicto" y que "desde un inicio el ELN ha propuesto el cese bilateral".

El 16 de febrero, en su primera declaración sobre el avance de las conversaciones, las partes anunciaron que estudiarían vías para llegar a un cese al fuego bilateral lo más pronto posible.

Santos, flamante Nobel de la Paz, aspira a cerrar un acuerdo con el ELN para alcanzar la "paz completa", tras la firma en noviembre de un histórico pacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antigua guerrilla del país.

El cruento conflicto armado colombiano ha involucrado, además de guerrillas, a paramilitares y agentes del Estado, dejando unos 260.000 muertos, 60.000 desparecidos y 6,9 millones de desplazados, según cifras oficiales.