Perros potencialmente peligrosos, tras nuevo Código de Policía | El Nuevo Siglo
Foto Sergio Arteaga
Lunes, 20 de Febrero de 2017
Redacción Nacional

Según el nuevo Código de Policía, que empezó a regir en el país el pasado 30 de enero, 14 razas de perros son consideradas como potencialmente peligrosas. Entre ellas se encuentran el Pitbull Terrier y Staffordshire Terrier, razas a las que pertenecen Ónix y Dalila.

Ónix vive con Zetha, integrante de un grupo de metal industrial colombiano, Koyi K Utho. Tiene casi 7 años de vida y su “compañero de vida” (como se hace llamar Zetha), “es un perro bastante juguetón a pesar de su edad”. Lo adoptó cuando tenía un año de vida.

En su primer año, Ónix pasó por más de un hogar, y se cruzó en el camino con Zetha gracias a su anterior dueña, Viviana Buriticá, creadora de la red virtual más grande de perros extraviados y encontrados en Colombia. Ónix y Zetha se apoyaron el uno al otro. Ónix supero las crisis de ansiedad por separación que sufría y Zetha logró superar los problemas que tenía en ese momento. Para Zetha “Ónix es un perro rescatado y adoptado, es un Staffordshire Terrier que vive como un French Poodle”.

Antes de entrar en vigencia el nuevo Código de Policía, Zetha ya pagaba un seguro por su mascota. “Este seguro cubre si se enferma, si tiene accidentes, también cubrirá las exequias, esto es muy bueno porque al momento en el que ellos se mueren uno también sufre, y por lo menos hay alguien que se encargue del cuerpo y la cremación del perro, además tiene un seguro contra terceros, pero no es el mismo que están exigiendo en el Código de Policía”, dice.

“La estigmatización de estos perros pesa mucho para la sociedad, es normal que algunas personas se asusten cuando ven llegar al perro Pitbull, incluso usted se puso alerta cuando vio que el perro iba hacia usted”, espeta entre risas.  “Sí deben considerarse algunas razas como potencialmente peligrosas, pero no porque estos sean agresivos por naturaleza, sino por su fuerza, todo depende de sus dueños, incluso en algunos países, para poder adquirir estos perros, las personas deben pasar pruebas psicológicas y demostrar que son aptos para hacerse cargo”, anota.

Al observar al canino, mientras jugaba con las mascotas de los vecinos de su “compañero de vida”, no se mostraba agresivo con otros perros más pequeños que él.  “Yo he visto a Ónix agresivo con personas solo una vez. Fue una noche en la que estábamos caminando por la carrera 13, yo iba distraído chateando en el celular cuando vi que un tipo se estaba acercando sigilosamente por detrás para robarme, Ónix se puso alerta para defenderme pero no pasó de gruñidos y ladridos, nunca se lanzó a morderlo”, cuenta Zetha.

Para Ónix “fue un proceso de 6 meses para que volviera a ser sociable después de lo que sufrió, este proceso fue con un etólogo, porque quería que su calidad de vida fuera muy buena”.

Dalila

Otro caso es el de Dalila, una Pitbull Terrier que vive con una familia en Facatativá, Cundinamarca. Esta familia tiene un almacén en el cual Dalila siempre se le ve acostada en las sillas o parada en la puerta. Quienes ya la conocen, y saben que es muy dócil, llegan a consentirla y a jugar con ella, pero otros sienten miedo de ser atacados por ella.

Dalila tiene 5 años, fue comprada y nunca se ha mostrado agresiva con otros animales o con personas, “hay niños que vienen al almacén y ven a Dalila, muchos le buscan el juego, pero una vez vino un niño bastante agresivo, le intentaba hurgar los ojos con los dedos, en ese momento Dalila se paró y se entró a la casa para que el niño no la molestara más”, narra Liliana Lugo, propietaria de Dalila. Cuenta también que “Dalila tiene todos sus papeles al día, y también pagamos un seguro para ella, este es un seguro de salud y contra terceros”.

Los dueños de Ónix y Dalila saben que hay mucha discriminación por parte de la sociedad hacia sus mascotas, por ser de razas potencialmente peligrosas. Ambos están de acuerdo con que los perros son, “según la forma en la que hayan sido criados, es cierto que estas razas se caracterizan por tener mucha fuerza y si se proponen a hacerle daño a otro perro o una persona, le causaría muchísimo daño. No todas las personas pueden portar un animal de estos, deben estar en buena forma, no deben ser niños y tampoco deberían tener una limitación física”, añaden.

Uno de los problemas que se está presentando es que muchas personas están abandonando los perros.  Zetha opina que esto puede ser “porque hay muchas personas que no se sienten con la capacidad económica de pagar este seguro, y porque también hay gente malintencionada que solo tienen el perro para entrenarlo y que sea agresivo, y no quieren pagar. Esto puede llevar a un problema más grande, y es que si echan al perro a la calle, el animal al ver que esta desamparado buscará comida como sea”, dice.

Ahora, estas personas junto a sus mascotas, esperan continuar su vida tal como la llevaban y esperan que los estigmas sociales en contra de estos perros ya no existan. “Para mí este perro es como el hijo que no tuve”, concluye Zetha.