Un parlamentario uribista decía la semana pasada que la posibilidad de que por el mecanismo de ‘fast track’ el Gobierno plantee al Congreso la eliminación de la circunscripción nacional para Senado, más que una estrategia para ampliar la representación regional en la cámara alta, es en realidad “una jugada” que puede afectar al Centro Democrático y favorecer a partidos como La U, los liberales, conservadores y otros.

¿Reforma contra uribismo? (I)

“… El uribismo tiene muchos votos a nivel nacional porque tiene al frente al líder político de mayor arrastre electoral, que es el expresidente Uribe, mientras que en los otros partidos carecen de un liderazgo nacional de estas características y lo que les sobra son caciques regionales… Después de lo ocurrido con el plebiscito en donde el No se impuso jalonado por Uribe, veo que los partidos gobiernistas quienes eliminar la circunscripción  nacional por temor a que Uribe pueda jalonar más de tres millones de votos en marzo de 2018 en una lista cerrada, única y nacional al Senado… Si se vuelve a la circunscripción regional, Uribe podría tener cuatro o cinco senadores por sí solo en Antioquia, pero el resto de su votación en los demás departamentos se difuminaría y esa es la estrategia a la que le están apostando desde el Gobierno”, dijo el parlamentario uribista la semana pasada a varios reporteros políticos. 

¿Cristo ‘pagó el pato’?

En todos los corrillos políticos se da por cierta la versión de que el presidente Santos habría desautorizado varios temas de la reforma política propuesta, la semana pasada en un foro en el Congreso, por el ministro del Interior Juan Fernando Cristo. Ayer hubo muchas repercusiones políticas al respecto. De un lado hubo quienes consideraron que el Jefe de Estado sí sabía de la iniciativa pero que ante la reacción negativa de muchos sectores y, sobre todo, la hipótesis de que se trataba de una cortina de humo para esconder el escándalo de los sobornos de Odebrecht y la forma en que se salpicó las campaña presidencial reeleccionista, decidió echar para atrás la estrategia y que todo el costo político lo terminara pagando el titular de la cartera. 

Soldado advertido…

Para otros observadores Cristo aceptó pagar ese costo político, en gran parte porque está a pocas semanas de dejar su cargo y salir a analizar posibles movidas en la precampaña presidencial.  “…No resulta creíble que el presidente Santos no supiera de lo que iba a proponerse en esta reforma, no solo porque desde mitad de la semana pasada el tema se tomó toda la prensa y los corrillos políticos, sino porque hubo una cumbre en Palacio con los voceros de todos los partidos. Allí varios de los jefes de las colectividades fueron claros en advertir la inoportunidad de esa reforma, ya fuera por vía ordinaria o ‘fast track’… Luego hasta el propio De la Calle le bajó la caña al tema”, dijo ayer un parlamentario liberal en charla off the record con un periodista de EL NUEVO SIGLO.

Cargo vicepresidencial y coaliciones

La posibilidad de eliminar el cargo de Vicepresidente de la República no tiene mayor apoyo en el Congreso, en donde muchos piensan que si hay un momento inoportuno para plantear esta opción es precisamente este, pues, de un lado, se entendería como un acto de revanchismo político tras la labor efectiva de Germán Vargas Lleras, hoy el funcionario con mayor favorabilidad, y, de otro, porque todos los precandidatos y candidatos presidenciales para 2018 tiene en sus cuentas que serán necesario hacer coaliciones para crear alianzas políticas con probabilidad de triunfo.