Tres policías con pronóstico reservado tras bomba en La Macarena | El Nuevo Siglo
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Domingo, 19 de Febrero de 2017
Redacción Web

El atentado con bomba ayer en cercanías a la plaza de toros La Santamaría, que dejó como saldo 30 heridos, iba dirigido contra la Policía y no contra los taurinos que asistieron este día a la última corrida de temporada, en ello coincidieron el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y el comandante de la Policía Metropolitana de esta capital, el general Hoover Penilla.

Según la información oficial la explosión registrada a las 10:30 de la mañana dejó 40 personas afectadas: 26 policías y el resto civiles.

De los 24 uniformados, 6 presentan distintos tipos de gravedad, uno con pronóstico reservado, y los otros 18 vienen siendo atendidos en los hospitales Central de la Policía, Militar y San Ignacio, para darlos de alta de acuerdo a las valoraciones médicas.

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El alcalde Peñalosa señaló al término de un consejo de seguridad que “esta bomba fue colocada en la madrugada antes de que se ubicaran los anillos de seguridad. Los responsables sabían que allí se instalarían los anillos, es una bomba criminal que estaba diseñada para herir a nuestros policías que iban a estar allí para proteger a los que iban a asistir a la corrida”.

Añadió que “no tuvieron nada que ver los antitaurinos, es una bomba, un artefacto elaborado por personas que tienen conocimiento técnico de explosivos. Entre nuestras hipótesis, nada de eso está relacionado con los movimientos antitaurinos”.

En tanto que el general Penilla sostuvo que “no tiene absolutamente nada que ver con los animalistas que están en contra de las corridas de toros, pero los responsables sí se están aprovechando de esa causa para cometer hechos como los ocurridos este domingo. Eso es totalmente evidente”.

La Policía indicó que se trató de un artefacto de dos kilos con metralla que fue ubicado al lado de una caja de cables de semaforización.

El general Penilla indicó que “ya tenemos algunas evidencias sobre la persona que pudo haber dejado el elemento en el sitio donde fue detonado, estamos con policía judicial haciendo verificaciones en Bogotá y otras ciudades del país”.

Entre las hipótesis que manejan las autoridades está que el explosivo puede haber sido ubicado por células urbanas del Eln.

Es el tercer artefacto explosivo que se ha hecho estallar en la capital de la República en las últimas semanas.

En tanto que la corrida de toros, la última de la temporada, se realizó sin mayores contratiempos en horas de la tarde.

Parte médico

Ocho policías, tres de los cuales se encuentran con pronóstico reservado por la gravedad de las heridas y uno de ellos con alto riesgo de perder la visión, se encuentran en el Hospital Central de la institución a donde fueron trasladados tras la explosión de una bomba, el domingo a las 10;30 de la mañana, en la Calle 27 con carrera quinta, barrio La Macarena, de Bogotá.

 El último parte médico de la Policía indica que de los 27 afectados por la explosión que afectó a los miembros de la institución que a esa hora estaban brindando vigilancia alrededor de la plaza de toros La Santamaría por verificarse en las horas de la tarde la última de abono de la emporada bogotana, señala que 15 ya fueron dados de alta, otros tres dejarían la observación de urgencias esta noche, cuatro están en el servicio de hospitalización, uno más en recuperación y tres de ellos, los de más alta complejidad por sus afectaciones están en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI.

Ellos son los patrulleros Jhon Arley Herrera González, quien presenta  trauma craneoencefálico por  esquirla cerebral. Está  pendiente valoración final por neurocirugía y determinar conducta quirúrgica; Eimar Fidel Cubillos, con trauma abdominal hipotensión marcada, pendiente estabilización de signos vitales, y ecografía ocular para definir conducta quirúrgica de lesión en ojo derecho. Ffue necesario hospitalización en UCI debido a que se le bajo la tensión arterial. Y, el tercero es Albeiro Garbello Alvarado, paciente  con trauma abdominal, trauma de tórax y trauma ocular ambos ojos, continua pendiente la ecografía ocular y TAC cerebral (no se le ha podido realizar por estar muy inestable). Se determinó  llevarlo a cirugía para exploración de abdomen por posible sangrado, paciente con pronóstico reservado.

En sala de recuperación se encontraba el patrullero José Isaac Flores Polo, quien sufrió un trauma abdominal y toráxico, con posible  tromboembolismo pulmonar.

El parte médico del Hospital Central de la Policía reseña, además, que los pacientes hospitalizados son los patrulleros Cristian Castro Castillo, quien se encuentra estable y tiene un trauma ocular izquierdo, así como abdominal; Néstor Pineda Patiño, quien también sufrió un grave trauma en el ojo izquierdo y otro en el oído con esquirlas en el hemicuerpo izquierdo;  Ronald Casallas Ríos, que presenta traumas en el abdomen y los miembros superiores y  Lugyeni García Arévalo, con trauma en los miembros superiores y acústico con pérdida de membrana pánica del 30%, fractura mano derecha y esquirla profunda mano izquierda.

Entre tanto el sargento  Cornelio Guzmán Coca y los patrulleros Johana Garzón y Héctor Cruz, que permanecieron 24 horas en observación, serían dados de alta esta noche o a más tardar mañana en la mañana.

 

 

Así fueron los instantes despúes de la explosión.

Piden resultados

El presidente Santos en su cuenta en Twitter condenó el atentado terrorista y en horas de la tarde visitó en los centros asistenciales a algunos de los policiales heridos. “Condenamos ataque contra policías que garantizaban seguridad en La Macarena. Investigaciones deben avanzar para capturar a responsables”.

En tanto que el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo que “condenamos atentado con explosivos. Inaceptable uso de violencia…confiamos en recuperación de policías heridos y rápida investigación para dar con autores de este atentado”.

El alcalde Peñalosa dijo que "los terroristas no nos van a intimidar. Y vamos a hacer todo lo que sea necesario para capturarlos".

 

Este es el último balance del general Jorge Nieto tras la explosión