Ganaderos: alzas hasta del 1.200% en predial | El Nuevo Siglo
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Sábado, 18 de Febrero de 2017
Redacción Economía

Ganaderos de Cundinamarca aseguran que los cobros por impuesto predial subieron de forma desmedida. Reclamos similares se presentaron en Córdoba y Risaralda, reveló la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan.

Los empresarios del campo son conscientes del pago de sus obligaciones tributarias, en especial con el impuesto predial. No obstante, desde hace varios años se han quejado porque las alzas de un año a otro afectan gravemente su rentabilidad.

Uno de los casos más recientes ocurrió en Nemocón y Zipaquirá en Cundinamarca. Al comienzo de esta semana, varios ganaderos solicitaron conocer el valor del impuesto para saber cuánto debían pagar.

Su asombro fue mayúsculo cuando vieron incrementos exagerados, muy superiores a los que tuvieron los precios de la canasta familiar y los salarios. Ni siquiera la gasolina aumentó a este nivel, dijeron.

“La gente fue a buscar su recibo para pagar con descuento y recibió la sorpresa de que los impuestos aumentaron entre un 40% y 100%”, señaló uno de los afectados.

Explicó que un productor pagó por este concepto $10 millones en 2016, este año deberá cancelar $14 millones, lo que indica un alza del 40%. Entre tanto, otro que desembolsó $5 millones el año pasado, hoy debe responder por $10 millones.

“Esto es escandaloso para cualquier productor y más con la economía ganadera que tenemos actualmente. Obviamente estamos esperando las explicaciones de los funcionarios de la Alcaldía para que nos digan qué está pasando y si corresponde a un proceso de esquema de ordenamiento territorial”, añadió.

La misma queja ocurrió en Planeta Rica, en Córdoba. Según afirmó Alberto Monsalve, uno de los propietarios de fincas afectados, tuvieron aumentos en sus prediales de hasta 1.200%.

“Según la ley, el valor de la tierra es igual a lo que produce. Pero, ¿cómo van a valorizar una hectárea de tierra en $25 millones donde solo se pueden sostener 2 animales? ¿Cuándo van a producir esa cantidad de dinero?”, se preguntó.

En su caso, el valor de su predio pasó de costar $800 millones a $4.000 millones en un período de 10 años. Esto quiere decir que la propiedad se valorizó 500%, a pesar de que su producción y su rentabilidad siguen siendo prácticamente las mismas.

Aunque hicieron reclamaciones ante diferentes instancias, incluido el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, nadie les dio una respuesta o una explicación satisfactoria.

“A todos mis vecinos les pasó lo mismo. Intentamos poner abogados pero no hubo nada qué hacer. No tuvimos cómo defendernos”, lamentó Monsalve.

 

Otros casos

En otros departamentos como Valle del Cauca y Risaralda también han ocurrido casos similares. En este último, se reportó que los productores cercanos a la capital, Pereira, debían destinar gran parte de sus utilidades para pagar el predial.

“Nosotros tenemos desde hace muchos años las mismas preocupaciones: la dificultad que tenemos en esta zona con los altos avalúos catastrales que sirven para un impuesto predial que es prácticamente confiscatorio”, declaró en aquel entonces Felipe Buitrago, ganadero de la zona.

Este aumento ha hecho que muchos productores abandonen la actividad agropecuaria y vendan sus fincas para que se construyan condominios o conjuntos residenciales.

Por su parte, el ganadero de Cundinamarca argumentó que si bien los municipios y los departamentos tienen libertad de elaborar los Planes de Ordenamiento Territorial, POT, que modifican el valor de la tierra, el hecho de que unos pocos decidan sobre uso del suelo afecta a la gran mayoría de tenedores de fincas.

Para él, esto va en contravía de la intención del Gobierno que pretende sacar adelante al sector rural y hacer de Colombia una de las grandes despensas agrícolas del mundo. Por eso reclama la regulación de estos cobros o la aclaración sobre los mismos.

“Los que ocupan el territorio son los que le deben dar la vocación al mismo. No pueden venir terceros a decir qué va a hacer usted con sus tierras. Ese es el error de todos los municipios aledaños a Bogotá, pues son otros y no los dueños que trabajan la tierra, los que deciden qué se va hacer en el futuro”, concluyó.