¿Armas de las Farc podrían ir al mercado negro? | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Lunes, 27 de Febrero de 2017
Redacción Política

Se estima que con la desmovilización de las Farc al menos 10 mil armas de asalto saldrán de circulación, sin embargo, este hecho que de por sí es importante para la paz del país, no impactaría de forma importante en el problema de la proliferación de estos artefactos de muerte en todas las regiones, la mayoría de los cuales no cuentan con el salvoconducto que expide el Ministerio de Defensa Nacional.

En ello coincidieron expertos consultados por EL NUEVO SIGLO, quienes señalaron que la pervivencia del Eln, reductos del Epl y las bandas criminales mantiene constante la demanda de armas en el mercado negro.

De igual forma, las bandas delincuenciales que operan en las principales ciudades del país se siguen alimentando de armamento corto, revólveres y pistolas.

En tanto que también es alta la producción de armas artesanales que circulan principalmente entre las pandillas.

Las armas de fuego son el principal vehículo de las muertes violentas en Colombia. El año anterior se produjeron cerca de 11.800 de estos casos, de los cuales cerca de 9 mil se dieron con estos artefactos.

No hay una cifra medianamente cercana del número de armas que hay en Colombia, pues solo se sabe de las que son adquiridas  en Indumil y tienen salvoconducto, es decir, el permiso que otorgan las autoridades a los ciudadanos que justifiquen la necesidad de una de éstas por razones de seguridad.

En la actualidad hay cerca de 570 mil armas con salvoconducto, aproximadamente del 50% de éstas en manos de empresas de seguridad, según estadísticas del Ministerio de Defensa Nacional

Sobre el número de armas ilegales en poder de los ciudadanos y los delincuentes no hay registros. No obstante el Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (Cerac) ha calculado que por cada arma legal habría tres ilegales. 

Armas de Farc

Las Farc han logrado acumular un importante arsenal, especialmente a partir de este siglo como respuesta al fortalecimiento y mejora del equipamiento del Ejército producto del Plan Colombia que ha patrocinado Estados Unidos.

El acuerdo de paz que logró el gobierno del presidente Santos con esta guerrilla las obliga a que abandonen las armas, no obstante se negaron a entregarlas al Estado colombiano porque asumieron que sería una forma de rendimiento. Entonces se encontró una fórmula intermedia consistente en que harán dejación de armas y el depositario será Naciones Unidas, que se encargará de recibirlas, registrarlas y vigilar que su destino final sea ser fundidas para monumentos alusivos a la paz.

Precisamente la semana pasada, el general Javier Flórez reiteró que no habrá cambios en el cronograma para que las Farc hagan la dejación de armas. “El tema de la dejación de armas es recurrente que se ha venido trabajando con el Secretariado de las Farc y el 17 en el Yarí se firmó un compromiso ratificando lo acordado en La Habana en lo que tiene que ver con la dejación de las armas que se inicia con la entrega, a partir del primero de marzo, de las primeras armas”.

Por su parte hace algunos días el presidente Santos dijo que “para el 1º de junio –cuando se cumplan 180 días desde el llamado Día D– todas las armas de las Farc que atemorizaron a nuestra población estarán en poder de las Naciones Unidas. Qué gran logro para Colombia y para el resto del mundo”.

Es un aporte nada más

La salida de las armas de las Farc no afectará el flagelo del gran número de estos artefactos que hay en Colombia de manera ilegal, consideró el académico Óscar Palma, quien dirigió el Observatorio de Armas y Drogas Ilícitas de la Universidad del Rosario.

“No creo que sea la gran solución a todo el problema de armas ilegales, hay un gran flujo de armas que son diferentes a las que tienen las Farc, incluso armas que son fabricadas en casa, que generan niveles de violencia considerable. Eso no quiere decir que la entrega de armas de las Farc no sea algo positivo”.

Añadió el experto que hay un gran volumen de armas que va a salir de la guerra, “eso es importante anotarlo, pero no podemos señalar con toda la esperanza que eso quiere decir que el problema de las armas en Colombia se va a acabar”.
Palma señaló sobre la preocupación que muchos colombianos tienen de si las Farc verdaderamente entregarán todas sus armas. “No sabemos si finalmente existen o no existen armas que hayan quedado guardadas en algunos lados. Sobre eso hay una especulación. Es muy difícil saber, pero por lo menos el gran volumen de las armas que van a ser recibidas por las Naciones Unidas salen del mercado, y eso por supuesto contribuye a la seguridad, sin querer decir que sea el final del tráfico de armas en Colombia”. 

Rutas de ingreso

Palma señaló que las armas están entrando de forma ilegal “por todas las fronteras del país: frontera de Venezuela, frontera de Ecuador, frontera de Panamá, frontera con Brasil, históricamente han llegado de todos lados. Vienen armas de diferentes nacionalidades, cargamentos, han llegado en aeronaves de Venezuela, armas incluso de Suecia han entrado armas también ilegales al mercado, no por el interés de esos estados sino por las mismas cadenas ilegales”.  

Faltó número de serie

El experto en seguridad John Marulanda le dijo a este Diario sobre la dejación de armas por parte de las Farc que “soy muy crítico de esa entrega de armas que se ha pactado porque debido a la fuerte presencia del narcotráfico, pues existe la realidad de que hay un tráfico muy grande de armas, especialmente individuales y armas de asalto, armas largas que llaman, en el país”.

El experto indicó que en el acuerdo, “a solicitud de las Farc, entiendo, quienes reciben las armas, que no va a estar el Gobierno sino que va a ser entre las Farc y la Comisión de la ONU, se acordó no registrar el número serial de las armas que se entreguen”.

Marulanda juzgó ello inconveniente porque al “no dar el número serial, que es lo básico se utiliza en todas partes del mundo cuando se trata de entrega, transferencia o custodia de armas, pues no se les va a poder hacer rastreo, y al no poderse hacer rastreo a las armas que van a entregar ¿qué país las fabricó?, ¿por cuál país pasaron?, ¿por qué ruta llegaron? Y demás, va a ser imposible para el Estado ejercer un mayor control sobre rutas, que por inteligencia sabíamos que existen, pero que esta era la oportunidad de confirmar para tomar medidas más certeras. Sabemos que están por Panamá, la mayoría de explosivos entran por Ecuador, hemos venido recibiendo munición y armamento de Venezuela”.