Emisor mete más presión a mercados y sube 0,75% los intereses | El Nuevo Siglo
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Viernes, 27 de Enero de 2023
Redacción Web

Como esperaban los mercados, la Junta Directiva del Banco de la República continuó con su política monetaria expansiva y decidió aumentar la tasa de referencia en 0,75% y dejarla en 12,75%, el mayor nivel en toda la historia.

Para la mayor parte de los analistas e investigadores, con este incremento el Emisor decide meterle más presión al mercado financiero, sobre todo para atacar la inflación. Esta tasa de referencia es la que el Banco le cobra cada día al sistema financiero.

Según se indicó en la rueda de prensa del gerente Leonardo Villar, cinco directores votaron a favor de esta decisión, y dos lo hicieron por un incremento de 25 puntos, mientras que los analistas económicos apuntaban en su mayoría a que la tasa subiera hasta 13%.

Tras la sesión, Leonardo Villar sostuvo en un comunicado que “tanto la inflación total (13,1%), como la inflación básica –sin alimentos ni regulados– (9,5%) continuaron con su tendencia creciente en diciembre, alcanzando registros superiores a los estimados por el equipo técnico y los analistas del mercado. La aceleración de la inflación obedeció a presiones alcistas sobre los precios de los alimentos, la indexación a altas tasas de inflación y los efectos acumulados de la depreciación del peso, entre otras razones. En línea con esto, las expectativas de inflación aumentaron en el último mes”.

Asimismo, señaló que “indicadores líderes apuntan a una desaceleración de la actividad económica a partir del cuarto trimestre. El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) registró una variación anual de 2,9% en noviembre, inferior a la de octubre 4,4%. No obstante, los niveles de actividad económica siguen siendo elevados, por lo cual se estima un crecimiento de 8,0% para 2022. Para 2023 el equipo técnico pronostica un crecimiento de 0,2%”.

Ajustes de política

Igualmente anotó el directivo que “la inflación global ha descendido como resultado del proceso de ajuste de la política monetaria y la mitigación de perturbaciones de oferta sobre los costos de transporte marítimo y de los precios internacionales de algunos alimentos y productos energéticos. La mejora del ambiente externo y la confianza en las perspectivas fiscales de Colombia se han reflejado en un descenso de la tasa de cambio”.

Asimismo, “el ritmo de crecimiento del crédito se ha desacelerado, lo cual favorece una moderación de la demanda interna, y con ello de las presiones inflacionarias en 2023”.

Con la decisión adoptada en la reunión, la política monetaria se acerca a la postura requerida para inducir en el mediano plazo una convergencia de la inflación hacia su meta de 3%, aunque Villar dijo que solo el próximo miércoles el equipo técnico del Banco divulgará sus proyecciones sobre el índice de inflación de este 2023.

En la primera sesión de este año participó Olga Lucía Acosta, quien fue designada como directora del Emisor, en reemplazo del exministro Alberto Carrasquilla.


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Las presiones

A su vez, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, dijo que “el Banco de la República aumentó en 75 puntos básicos las tasas de interés, como una medida para contrarrestar la inflación, pero presionando más la economía. Conviene prestar atención a la persistente alza en la inflación, de modo que no se afecten el consumo y bolsillo de los hogares, al tiempo que se debe tener presente el pronóstico de desaceleración económica y un crecimiento de 0,2% para este año. Además de las medidas para combatir los altos precios en insumos, bienes y servicios, es importante que se envíen señales de confianza, estabilidad y reglas claras a los inversionistas para evitar una afectación mayor en los ingresos y la generación de empleo”.

Sobre esta decisión del Emisor, los investigadores del Bancolombia indicaron que “si bien la decisión estuvo por debajo de nuestra expectativa (100 puntos básicos), la magnitud del incremento siguió siendo considerable. Esto se dio como resultado de las cifras desfavorables del IPC en diciembre, y el consecuente deterioro adicional de las expectativas inflacionarias”.

Indican que “además, y como lo advertimos antes de la sesión, tanto en el comunicado como en la rueda de prensa se reiteró el mensaje de que el ciclo de incrementos en la tasa de política está pronto a concluir. Creemos que el punto final del mismo dependerá en buena medida de que la inflación a 12 meses alcance su pico, lo que anticipamos ocurriría en marzo”.

Los argumentos

El principal determinante de la decisión de aumentar la tasa de referencia es la evolución reciente de los precios. Al respecto, el comunicado afirmó que tanto la inflación total como la básica se aceleraron al cierre de 2022 y sorprendieron al alza al Emisor y a los agentes de mercado.

Tal desempeño se debió a “presiones alcistas sobre los precios de los alimentos, la indexación a altas tasas de inflación y los efectos acumulados de la depreciación del peso, entre otras. En línea con esto, las expectativas de inflación aumentaron en el último mes”.

Ahora bien, el cambio en la magnitud del movimiento de la tasa de 100 (que imperó en las tres reuniones previas) a 75 puntos básicos, así como el racional de los codirectores que se apartaron del voto mayoritario, “están asociados a la desaceleración de la economía desde finales de 2022. En particular, la Junta Directiva resaltó que el crecimiento anual del ISE pasó de 4,4% en octubre a 2,9% en noviembre”.

Implicaciones

“Pese a que el ajuste de la tasa repo fue inferior a lo que anticipábamos, reiteramos nuestra proyección de que esta tasa llegará a un nivel terminal de 13,5% en este ciclo. Creemos que el incremento adicional de 75 se daría con mayor probabilidad en la siguiente sesión de decisión de política monetaria, que está programada para marzo”, manifiestan los analistas.

Consideran que “dicha decisión implicaría llevar la política monetaria al terreno contractivo que se requiere para lograr el propósito expresado por la Junta de que la inflación vuelva al rango de referencia a finales de 2024. También coincidiría con el pico de inflación, que creemos se produciría hacia finales de este trimestre”.

¿Culmina el pico inflacionario?

Por su parte, Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research para Colombia, sostuvo al respecto que “el gerente del Emisor resaltó que esperan un descenso importante en la inflación en 2023, pero recalcó que en los primeros meses del año habrá una incertidumbre singular sobre el comportamiento de los precios, así como choques puntuales como la afectación a las vías en el sur del país”.

Destaca, asimismo, que “el staff del Banco redujo el crecimiento esperado para 2023 a 0,2% (0,5% previo). Sin embargo, resaltó el Gerente que el 2022 se presentó un crecimiento en torno al 8,0% y sobre niveles ya elevados de actividad, por lo que los niveles altos de actividad, a pesar de la desaceleración, permitirán un comportamiento relativamente satisfactorio en empleo, ventas y resultados de las empresas”.

“También resaltamos que comienza a ponerse mayor foco en temas de actividad que serán muy relevantes de cara al inicio del ciclo bajista (estimado por nosotros en septiembre de este año). El comentario sobre la alta incertidumbre sobre los datos de inicio de año en inflación busca desligar, al menos un poco, las decisiones de la Junta con el resultado puntual de la inflación, esto corrobora nuestra visión de que estamos cerca del fin del ciclo alcista en tasas”, analizó Reyes.