Consumo sigue cayendo ante forzado ajuste de gastos familiares | El Nuevo Siglo
LOS COLOMBIANOS ya están disminuyendo sus compras ante la situación económica del país.
Viernes, 27 de Enero de 2023
Redacción Economía

Debido a que las familias siguieron tomando decisiones de restringir los gastos, durante la semana del 12 al 18 de enero, el consumo registró una disminución del 6% frente al mismo periodo en 2022, descontando la cifra de inflación.

Para los investigadores, los resultados de enero reflejan un proceso de ralentización en los niveles de consumo, lo que va en línea con la tendencia observada desde el segundo semestre de 2022. La dinámica del consumo ha tenido una afectación negativa en gran medida por el contexto económico actual, caracterizado por incrementos en los precios, ajustes al alza en las tasas de interés y menores niveles de confianza en los consumidores, cuestiones que generan restricciones en la capacidad e intención de compra de los hogares.

El gasto promedio es una buena medida para entender los efectos de la inflación, particularmente en lo relacionado con una menor capacidad de compra por parte de los hogares.

Según el informe del Bancolombia, por ejemplo en lo corrido de enero, el crecimiento anual en términos nominales es del 10%; sin embargo, en términos reales el balance es negativo, con una disminución del 3% con respecto a 2022.

Las regiones con el ticket promedio más alto durante la semana del 12 al 18 de enero fueron Centro y Oriente. En contraste, el registro más bajo le corresponde a Bogotá y Cundinamarca.



Ciudades

Durante la semana del 12 al 18 de enero, las ciudades con el mejor desempeño fueron Neiva e Ibagué, con un crecimiento anual cercano al 4%. En segundo orden se encuentran Santa Marta y Bucaramanga, con un comportamiento similar al de 2022, con un leve crecimiento del 1%. En lo corrido del año, el 31% de las ciudades registra un balance positivo, resultados en línea con el proceso de desaceleración en las compras observados a partir del segundo semestre de 2022. La ralentización en el consumo ha sido más marcada en algunas ciudades, como Valledupar, Armenia y Pereira.

Durante la semana del 12 al 18 de enero, la categoría con el mejor desempeño fue entretenimiento, con un crecimiento anual del 20%, que se puede atribuir en gran medida al retorno a la normalidad de las actividades del sector, recordando que este segmento fue uno de los de mayor afectación durante la emergencia sanitaria. En segundo orden se encuentran deportes, restaurantes, seguros y servicios financieros, con crecimientos cercanos a un 16%. El pocket share del mes en curso presenta una serie de cambios en la participación por categorías de comercio, tiendas por departamento, supermercados y tiendas de barrio, y hogar y tecnología ceden terreno con respecto a enero de 2022. Por el contrario, el gasto en entretenimiento y restaurantes ha incrementado su participación sobre el total de las compras.

Primera semana

Como referencia de este comportamiento se conoció que durante la semana del 5 al 11 de enero, el consumo registró una disminución en términos reales del 5%. Estos resultados reflejan un proceso de desaceleración, derivado de un contexto económico complejo con incrementos en los niveles de precios y ajustes al alza en las tasas de interés, cuestiones que restringen considerablemente la capacidad de compras de los hogares.

De otro lado, ayer se publicó la Encuesta de Opinión Empresarial del mes de diciembre. De acuerdo con Fedesarrollo, la confianza comercial se situó en 22,6% (+3,4%), lo que significa una segunda mejora consecutiva; sin embargo, el índice todavía está 18,7% por debajo de la cifra de hace un año.

En conjunto, el incremento de la inflación, el debilitamiento del tipo de cambio y la ralentización de la demanda interna podrían explicar el descenso. Por otro lado, la confianza industrial continúa siendo pesimista, regresando a territorio negativo en -1,2% (-12,88% en un año), luego del 0,1% de noviembre; probablemente arrastrada por los debates sobre el salario mínimo.

Con la expectativa de la desaceleración de la economía (del 8,2% el año pasado a un 0,6% en 2023) y en medio de una política monetaria contractiva y condiciones financieras mundiales más restrictivas, se espera que la confianza empresarial siga siendo baja.