El exparamilitar, Hernán Giraldo llegó al país | El Nuevo Siglo
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Lunes, 25 de Enero de 2021
Redacción Web

Este lunes llegó al país el exparamilitar Hernán Giraldo luego de que el gobierno de Estados Unidos autorizara su deportación. En este país, Giraldo había cumplido una condena de 12 años de prisión por el delito de narcotráfico. 

 

Giraldo Serna tiene órdenes de captura vigentes que fueron reactivadas por el Juzgado Penal del Circuito con Función de Ejecución de Sentencias para las Salas de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla por delitos relacionados con masacres, desapariciones forzadas, secuestros, homicidios, desplazamientos, accesos carnales violentos contra menores de edad y personas protegidas, además de otras acciones delictivas.

Esta deportación se suma a la de Rodrigo Tovar Pupo alias ‘Jorge 40’ quien regresó al país el 28 de septiembre pasado. De acuerdo con el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, “se logró gracias a los esfuerzos del Gobierno y el trabajo coordinado entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Justicia y el Derecho y la Embajada de los Estados Unidos de América”.

Depredador sexual

Hernán Giraldo Serna, conocido con los alias de ‘El Patrón’ y el ‘Señor de la Sierra’ fue extraditado a los Estados Unidos el 13 de mayo de 2008 bajo cargos de narcotráfico, y condenado a 12 años de prisión.

Previamente, en Colombia fue llevado a juicio por la Fiscalía General de la Nación que le imputó cargos por 706 hechos delictivos.

Pero una de las facetas por las que es más conocido Giraldo Serna es por sus delitos sexuales contra menores de edad, especialmente niñas. Por eso se le reconoce con el apodo de ‘Taladro’.

En un fallo de Justicia y Paz se advierte que este hombre, nacido en 1948 en San Bartolomé, Caldas, “era un depredador sexual que enfocó sus deseos morbosos y enfermos en niños, para él la infancia no existe, pues una niña de tan solo 13 años ya era suficiente para despertar sus deseos sexuales, los cuales satisfacía sin pudor alguno, sin la mínima consideración hacia los padres, quienes aterrorizados debían soportar ver a una niña jugar, antes de ser llamada por Giraldo para satisfacerlo sexualmente”.

De hecho, era el temor de las familias indígenas de la Sierra Nevada donde era amo y señor, pues sus pobladores no podían hacer nada para evitar el abuso a sus hijas.

Algunas versiones periodísticas recogidas por los días de su desmovilización advierten que es padre de, al menos, medio centenar de hijos a los que no reconoció.

Incluso, algunas víctimas han dicho que la conducta de Giraldo Serna “era imitada por sus subalternos del grupo armado ilegal”, y por ello la violencia sexual de género se convirtió en un arma de intimidación en desarrollo del conflicto armado.