Duque remplazaría Unasur por Prosur | El Nuevo Siglo
Presidencia
Lunes, 14 de Enero de 2019
Redacción Nacional

No fue recibida con entusiasmo la propuesta del presidente Iván Duque de remplazar a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) con otra organización que denominó Prosur, por los analistas consultados por EL NUEVO SIGLO, aunque apoyan la intención del Mandatario en el campo de la integración, creen que para temas políticos es mejor fortalecer la Organización de Estados Americanos (OEA).

Este lunes, en una entrevista radial, Duque declaró que trabaja con varios mandatarios de América Latina en la creación de Prosur, un espacio de cooperación regional que, más que un organismo burocrático, sirva como mecanismo de coordinación suramericana de políticas públicas y defensa de la democracia.

El Jefe de Estado explicó que Colombia promueve la defensa de la democracia y el fin de la dictadura en Venezuela, y recordó que en las primeras semanas de su Gobierno, el país se retiró de Unasur.

“Con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, hemos venido avanzando en ese final de Unasur y la creación de Prosur, que más que una organización burocrática o al servicio de un gobierno particular, sea un mecanismo de coordinación suramericana de políticas públicas, en defensa de la democracia, la independencia de poderes, la economía de mercados, la agenda social, con sostenibilidad y con debida aplicación”, señaló el Mandatario.

El presidente Duque indicó que el trabajo realizado muestra “que no solamente hay detrás de nuestra defensa de la democracia el buscar la mayor coordinación para que termine la dictadura en Venezuela y llegue a su final Unasur, sino para que construyamos un mejor escenario de cooperación los países comprometidos con la defensa de la democracia en el hemisferio”.

Acerca de Unasur, consideró que es “muy importante que se acabe esa institución que ha sido un consueta de la dictadura en Venezuela”.

“Y hemos venido avanzando conversaciones con varios presidentes de América Latina, para que Unasur llegue a su final y se inicie, más bien, la construcción de una etapa mucho más ágil, menos burocrática, más coordinada, de cooperación”, puntualizó.

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Poco eco

Sin embargo, el planteamiento no tuvo mucho eco en los analistas internacionales, quienes creen que lo mejor es fortalecer otras instancias, como la OEA.

Por ejemplo, el excanciller Rodrigo Pardo juzgo “normal la historia, la tradición que se remplaza unos mecanismos por otros con mayores afinidades políticas. En una época estaba de moda crear organismos de contrapeso a Estados Unidos. Se creó Unasur. Ahora se están buscando alianzas contra Venezuela. Se vienen repitiendo los mismos experimentos. Es más de lo mismo”.

El politólogo e internacionalista Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, le manifestó a este Diario que más allá de crear una institucionalidad, lo que se debe hacer es fortalecer la ya establecida, como por ejemplo la Comunidad Andina.

“Siempre es bueno coordinar a los países. Siempre es bueno tener una agenda común, sobre todo frente a Estados Unidos y frente a las negociaciones que se pudieran hacer con Europa o en algún momento lo que se quiso hacer con la Unión Europea”, sostuvo Rodríguez.

Tras reconocer que “durante algunos años Unasur jugó un papel de dependencia de Venezuela, y además que era el país que tenía cierta capacidad económica y de coordinación dentro de los países de la región”, mejor sería trabajar en una restructuración fuerte de esa organización en lugar de crear una nueva, porque “lo que no podemos es estar armando y desarmando instituciones”.

Por su parte, el catedrático  Ricardo Abello, integrante del Grupo de Investigación en Derecho Internacional, también de la Universidad del Rosario, coincidió en que lo mejor es el fortalecimiento de algunas de las instituciones.

“Yo siempre he sido partidario de fortalecer las instituciones ya existentes. En ese sentido creería que vale la pena centrarse en fortalecer y darle nuevamente la importancia que ha tenido una institución como la OEA, antes de crear nuevas instituciones”, dijo.

Para el excanciller Fernando Araújo, la nueva institución puede tener un papel en la integración, pero para los temas políticos lo que más se aconseja es el fortalecimiento de la OEA.

“En primer lugar me parece que hay que aprender sobre los fracasos de Unasur, que se creó con el ánimo de tener un espacio de integración suramericana en temas de infraestructura, en temas de comunicaciones y después derivó en una organización para temas políticos, para defender los gobiernos socialistas de la región”, expresó Araújo, anotando que “hay que aprender de esa experiencia para que la nueva institución que propone el presidente Duque realmente funcione en temas de integración y temas políticos lo mejor es fortalecer a la OEA y no crear nuevos organismos”.

A su turno, el integrante de la Comisión Segunda del Senado, Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, opinó que “cualquier mecanismo de integración regional es bienvenido. Lo que pasa es que los organismos como Unasur o Prosur deberían constituirse en función de alineamientos ideológicos de los gobiernos. Deben ser organismos de integración de los Estados y no de los gobiernos. Inventarse un organismo de integración de una propuesta de derecha para sustituir un organismo de iniciativas de gobiernos de izquierda es hacer lo mismo, pero sesgo ideológico contrario”.

 

Se desmorona

Unasur estaba conformada por los 12 países sudamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Surinam, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. En tanto, México y Panamá eran observadores.

Las divergencias se hicieron patentes en abril, cuando Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú y Paraguay suspendieron su participación en Unasur hasta que sea elegido un nuevo Secretario General.

Después Colombia fue más lejos: Duque anunció el 10 de agosto que su país dejaría el bloque dentro de seis meses debido a su “silencio y complicidad” con la “dictadura” de Nicolás Maduro en Venezuela.

Ecuador, sede de la Secretaría General de Unasur, puso otra piedra en el camino al pedir la devolución del edificio en que funciona esa instancia, y que costó unos 40 millones de dólares, para destinarlo a una universidad indígena.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, declaró en julio que la sede del bloque “no está cumpliendo ninguna tarea”.