Socialdemócratas negociarán con Merkel | El Nuevo Siglo
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Domingo, 21 de Enero de 2018
Agence France Presse

LOS  SOCIALDEMÓCRATAS alemanes aprobaron con pesar el inicio de negociaciones formales para formar una coalición con Ángela Merkel, una decisión que dará garantías a Europa, a pesar de que el problema de la formación de gobierno esté lejos de solucionarse.

Desde inicios de esta semana, el Partido Socialdemócrata (SPD), de Martin Schulz, y los conservadores de la canciller alemana darán inicio a las negociaciones dirigidas hacia un "contrato de coalición", una hoja de ruta para un futuro gobierno.

En el mejor de los casos, el nuevo ejecutivo podría asumir sus funciones a mediados de marzo, o sea, seis meses después de las legislativas en las que la primera potencia europea se quedó sin una mayoría clara.

Merkel "saludó" el resultado, al tiempo que remarcó que "aún deben resolverse muchas cuestiones [...] queda mucho trabajo". Ya el lunes se plantearán algunos temas en el orden del día.

Pero los socialdemócratas llegarán con poco entusiasmo a las discusiones: los delegados del partido dieron su visto bueno a las negociaciones con apenas un 56% de votos de sus delegados.

"La República nos está mirando y sé que gente de toda Europa mira hoy al SPD", dijo justo antes de la votación del líder socialdemócrata.

Poco después de su estrecha victoria se dijo "aliviado", reconociendo que "el resultado muestra que tuvimos que pelear".

No obstante, esta votación no significa que Alemania vaya a estar dirigida, como entre 2005 y 2009, y entre 2013 y 2017, por una gran coalición, pues el resultado de las negociaciones entre el SPD y la CDU/CSU será sometido a los militantes del SPD.

Al igual que los delegados, la base del partido está muy dividida sobre la posibilidad de gobernar de nuevo bajo la batuta de la canciller, en el poder desde hace 12 años.

Para una parte de la base del SPD, la gran coalición, bautizada "GroKo", es como un espantapájaros, pues sólo la canciller parece haber sacado provecho de esta experiencia gubernamental común. 

El SPD salió muy mal parado en las legislativas (20,50% de los sufragios) y se desploma en los sondeos desde entonces.

La izquierda del partido considera que se hicieron demasiadas concesiones a los conservadores en los diálogos preliminares de enero, especialmente en lo que respecta a fiscalidad, sanidad e inmigración.

Schulz prometió negociar estas cuestiones con firmeza y permitir hacer un balance al cabo de dos años para, si lo consideran necesario, retirarse de la coalición.

Si los esfuerzos con el SPD no llegan a buen puerto, Merkel deberá optar o por un gobierno en minoría, débil por naturaleza, o por unas arriesgadas legislativas anticipadas.

Hasta la fecha, la canciller ha rechazado ambas posibilidades, ante el temor a que unas nuevas elecciones impulsen aún más a la AfD (ultraderecha), que en septiembre recabó un 13% de votos, un récord.