Si nos clonan ¿qué? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 31 de Enero de 2018

Primero la rana, en 1952; después,  en 1996,  la oveja Dolly y  ahora dos monos según el anuncio de científicos chinos. Genéticamente idénticos, hace un mes un macaco hembra dio a luz un clon, creado a partir de células de tejido, la misma técnica usada en la oveja y diez días más tarde nació el segundo mono exacto al primero. En los últimos tiempos se han clonado perros, gatos, ratones y distintas clases de animales. Descender de  un mismo individuo  por mecanismos de reproducción asexual  antes se consideraba imposible quimera. El término clon lo incluyó en su libro El Shock del Futuro, Alvin Tofler, en el cual pronosticaba cambios radicales en las sociedades.

Los experimentos de los nazis impulsados por Adolfo Hitler  para clonar seres humanos y preservar lo ario  fracasaron. Gente inocente sufrió lo indecible.  Dizque crear dobles sirve con el objeto de conseguir remedios contra el Alzheimer, degeneración progresiva de la memoria y otras enfermedades es una  bomba.  Si llega  a concretarse la creación de clones ¿ellos pensarán y actuarán como dobles?  Eso  significaría la prolongación de la vida de alguna manera, así esté alejada de la idea de inmortalidad. Cuando esos cuerpos reproducidos por manipulación técnica, sin padre ni madre, compitan el concepto de libertad se alteraría. Conceptos de filósofos liberales,  encíclicas  de pontífices, argumentaciones de pensadores, se vendrían abajo.

Esas copias cambiarían la existencia en el planeta, el desarrollo de la personalidad  tendría cambios. ¡Qué enredo para los teólogos  demostrar que  no hay clonación de almas! Los debates del medioevo fueron intensos, los que se inician ante la posibilidad de la clonación humana  prometen ser interminables.  En cuanto al sexo  no suena hacer el amor con clones. El otorgamiento del permiso para que a uno lo reproduzcan es indispensable, sobre eso ningún Estado ha legislado y algunos prohíben la clonación. Japón  impone multas cuantiosas a quienes realicen experimentos tendientes a producir retoños genéticos. Recuerdo  que el presidente Bill Clinton  solicitó al Congreso de los Estados Unidos prohibir esta clase de ensayos en 1998.

Los científicos  chinos dicen que no es su propósito  fabricar clones humanos, pero otros persisten en el empeño.  El tema asusta, se relaciona con el orden mundial, inclusive toca aristas relacionadas con  la superpoblación del planeta.    No solo a  a mí preocupa. Clonar líderes mundiales del siglo XXI no vale la pena, mejor que los sabios nazcan, crezcan y se reproduzcan naturalmente.  La clonación referida a las razas desconozco la forma en que se efectuaría. El asunto  debe profundizarse  porque, a  pesar de reproches y diferencias, hay serios indicios de que vamos hacia la clonación humana.