Bogotá y un nuevo olé | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Viernes, 19 de Enero de 2018
Andrés Rivera
Mañana arranca novillada de El Paraíso. Serán en total cinco corridas con figuras de la talla de Enrique Ponce, El Juli, Sebastián Castella y Andrés Roca Rey.

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Con astados de la ganadería de El Paraíso de Jerónimo Pimentel para los novilleros Sebastián Cáqueza, Luis Manuel Castellanos y Santiago Fresneda, se abre nuevamente la plaza de toros de Bogotá tras un año de tires y aflojes jurídicos, y fuertes embates contra la tauromaquia.

Después de un lustro sin ver festejos taurinos debido a la negativa del entonces alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro, para que se llevaran a cabo este tipo de espectáculos –justificó su determinación aduciendo la necesidad de realizar obras estructurales en el coso de la 26-, la plaza de toros La Santamaría reabría sus puertas el año pasado en la que sería llamada la “Temporada de la Libertad”. Los festejos se llevaron a cabalidad, pero el ruido no cesó. Por eso, la temporada 2018 caló con fuerza en los aficionados que tenían dudas de si podría ver toros de nuevo en la capital colombiana.

La tradición taurina en Bogotá es centenaria: antes de tener la plaza que hoy en día se erige diagonal a la Torre Colpatria los espectáculos de esta índole se realizaban en el circo de San Diego, demolido a inicios del siglo XX. En 1931, después de tres años de arduo trabajo y tras invertir toda su fortuna -en épocas duras para la economía mundial por La Gran Depresión de 1929-, don Ignacio Sanz de Santamaría inauguró la Plaza de toros que llevaría su apellido, justamente lidiando toros de su ganadería, Mondoñedo. Moriría de pena moral dos años más tarde, dicen sus herederos, al tener que entregar la plaza a la Alcaldía de Bogotá para que pudiera hacerse cargo de las deudas adquiridas luego de quedar en la quiebra.

Es simbólico que el primer festejo mayor de la temporada 2018, que podría ser la última según temen algunos taurófilos, vea al bisnieto de don Ignacio, Gonzalo Sanz de Santamaría, sentarse en el callejón y lidiar un encierro de su hierro.

La primera corrida de abono será de aquellas que se denominan “toristas”, pues es mayor el interés que suscita la ganadería que el mismo cartel. Sin embargo, los espadas Ramsés, Manuel Escribano y Román, tienen credenciales para ilusionar a los aficionados.

Ramsés Ruiz, bogotano, triunfó en la temporada bogotana 2017, además acaba de tener una elogiada presentación en la feria de Manizales y ya se ha enfrentado a los ‘mondoñedos’ en la Santamaría saliendo airoso; Manuel Escribano es recordado por el indulto de Cobra diezmos, un importante toro de la ganadería de Victorino Martín en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla en el año 2016, y Román Collado, un joven valenciano de 24 años salió a hombros en Las Ventas de Madrid el año pasado y triunfó en Manizales hace pocos días.

En esta temporada estarán presentes en los carteles figuras de la talla de Enrique Ponce -el torero que más toros ha indultado en la historia, 50-, Julián López ‘El Juli’, el galo Sebastián Castella, el limeño Andrés Roca Rey y Cayetano -el hijo de Francisco Rivera Ordoñez, ‘Paquirri’.

Muchos se preguntan, ¿será esta la última vez que se lidien toros en Bogotá? Por lo pronto, hoy y mañana, a las 3:30 p.m., sonarán clarines y timbales, se entonarán los himnos y se escuchará un fuerte olé.