El síndrome de cuando playa se cambia por despertador | El Nuevo Siglo
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Sábado, 14 de Enero de 2017

El primer mes del año ya está a mitad de marcha, lo que quiere decir que es un hecho la terminación de las vacaciones de fin de año y el aterrizaje en la realidad de millones de familias que gozaron de un descanso colectivo en diversos destinos. Retomar actividades laborales, educativas y hasta las cuentas pendientes por pagar, comienzan a hacer parte nuevamente del diario vivir de aquellos que durante más de 15 días se desconectaron de sus obligaciones y que en su mayoría no lo toman con gran agrado, lo que se le conoce como síndrome posvacacional.

EL NUEVO SIGLO consultó con la psicóloga Nora Ayala Puentes, especialista en salud ocupacional de la Universidad del Bosque, quien aseguró que el síndrome posvacacional “es una alteración en la readaptación de las obligaciones laborales, produciendo molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento”.

“Además de lo dicho anteriormente, un factor muy importante es la motivación que tenemos para realizar una tarea en la cual puede disminuir en estos días de reencuentro nuevamente y readaptación. Este síndrome se puede dar por la ansiedad que puede presentar la persona tras las obligaciones de volver a adaptarse a las obligaciones, a las responsabilidades y suele suceder el que pasen situaciones de miedo, de tener malos resultados, de fracasar y en general todo lo que conlleva el no realizar la tarea de una manera adecuada”, resaltó Ayala.

Influye el ambiente laboral

La psicóloga destaca que “además de esto también se puede presentar por problemas personales que esté atravesando el trabajador o motivación o agrado hacia la labor que está realizando en el trabajo que tiene. Es importante aclarar que éste no es un término que se haya especificado por especialistas sino que se ve más a nivel cotidiano, pero es como un reflejo del malestar o de síntomas que pueden ir más allá como la ansiedad o la depresión”.

EL NUEVO SIGLO  indagó con algunos ciudadanos sobre sus propias experiencias frente al tema: Estefanía Bello, recepcionista de una importante multinacional asegura, “yo no he sufrido de un síndrome posvacacional emocional porque se haya terminado mi periodo vacacional, me parece que 15 días es justo, lo que sí me duele y afecta es la economía, el bolsillo, porque cuando uno entra de vacaciones llega sin plata, esa primera quincena después del trabajo es muy difícil porque está uno sin dinero, entonces creo que más que emoción de tristeza porque se acabe el descanso influye más el factor dinero”.

Entre tanto, Luis Uribe, docente universitario señala: “creo que las navidades se convierten en un tiempo en que básicamente todo el mundo se relaja y es la excusa perfecta para estar en la dispersión y cuando se regresa al mundo real, a esa rutina que a cualquiera aburre, se torna más difícil. El síndrome posvacacional me dio por comer mucho y me desordené nutricionalmente, entonces volví al gimnasio, pero fue muy duro retomar porque además sentía que el cuerpo no me daba, pero todo depende de volver  a hacer el cambio y retomar el hábito”.

Por su parte, Daniel Martínez, estudiante universitario revela que “el sólo pensar que ya se acabó la diversión y que hay que volver a la realidad, estresa. También pensar en las deudas genera cierta depresión porque adicionalmente hay que afrontar nuevas responsabilidades”.

Finalmente Gabriela Llano, publicista, aseveró: “he sentido mucha tristeza cuando se me acaban las vacaciones porque en ese período aprovecho para viajar donde mi familia, entonces esa parte me afecta bastante porque se me acaba el tiempo de compartir y también el factor económico porque se gasta mucho y cuando uno entra a trabajar está sin plata y eso sí que afecta”.

Tips para superar el síndrome

Pero, ¿qué hacer para ir superando dicho síndrome?, influye programar el regreso a casa a tiempo con el fin de familiarizarse con el ambiente habitual, así como ir abordando las actividades cotidianas progresivamente y dormir bien.

Así mismo, cuando debe cambiarse la playa por el despertador hay que preparar la mente y organizar el tiempo para seguir teniendo cierto esparcimiento, armarse de paciencia y programar los pagos pendientes, hacer deporte y moderar el consumo de alcohol y cafeína.

La psicóloga Nora Ayala indica que para mejorar dicho síndrome “es importante no llevar trabajo a la casa, hacer una aproximación al trabajo, a las funciones, en la hora de almuerzo utilizarla para relajarse, para hablar con sus familiares, con sus amigos y dormir muy bien también los días antes del ingreso a trabajar. Todo depende de las estrategias de afrontamiento de las personas y de los objetivos y prioridades que tenga”, concluyó.

EL SÍNDROME posvacacional es el estado que se produce en el trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones y de ocio con la vuelta a la vida activa. /Freepik.com