Médicos investigadores de la Fundació Cardioinfantil- Instituto de Cardiología, realizaron un estudio durante seis años para determinar si la altura sobre el nivel del mar influye o no en la identificación de ciertas cardiopatías en los niños del país.  El estudio, que arrojó resultados que han sido claves para la comprensión de este tipo de enfermedades, dictaminó una nueva línea de investigación a nivel mundial para la identificación de factores asociados con la aparición cardiopatías congénitas en la población infantil. 

 En la última década, pocos avances en medicina han sido tan dramáticos como el del tratamiento de los defectos cardiacos congénitos. Las cardiopatías con afectaciones en el corazón presentes en el momento del nacimiento es una de las diez causas de mortalidad infantil en 22 de 28 países de América. Por esta razón, el hallazgo se vuelve determinante para la comprensión y puede influir en el tratamiento de las cardiopatías.

Según los especialistas, el estudio identifica una nueva línea de investigación debido a las diferencias significativas en la distribución de cardiopatías congénitas más frecuentes por regiones, las cuales no habían sido reportadas antes en Colombia, ni en Latinoamérica.

“Documentamos que las personas que viven por encima de los 1.200 metros de altura tienen mayor incidencia de enfermedades con obstrucción del ventrículo izquierdo. Es decir, que presentan dificultades de la aorta, la principal arteria del cuerpo que lleva sangre oxigenada del corazón al cuerpo”, explica. Alberto García, Cardiólogo pediatra de la Fundación Cardioinfantil. El especialista además añade que cuando los niños están por debajo de esta línea de altura, sobre todo en las costas del país, presentan obstrucciones en la salida del ventrículo derecho, el cual es el responsable de llevar la sangre a los pulmones, generando una condición médica en la que los infantes tienden a ponerse azules o morados.

El estudio no tiene precedentes en el país debido a la muestra tan amplia, 5.900 sujetos de investigación, la calidad en el estudio de los pacientes, y la cantidad de años necesarios para  recopilar y documentar los casos. La investigación se llevó a cabo en 11 departamentos de Colombia gracias a las brigadas que se realiza el programa social “Regale una Vida” que a la fecha ha atendido a más de quince mil niños.