Rebeldes sirios acudirán a negociaciones de paz de Astaná | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Lunes, 16 de Enero de 2017
Redacción Web con AFP

Los grupos rebeldes sirios anunciaron su participación en las negociaciones de paz de la próxima semana en Astaná, en un respaldo a la iniciativa de Turquía y de Rusia para intentar poner fin a casi seis años de guerra.

Estas conversaciones directas, según fuentes del régimen y de la oposición, comenzarán el 23 de enero en Astaná y tienen por objetivo establecer un alto el fuego sólido en todo el país salvo en las zonas controladas por los yihadistas. 

Están organizadas por Rusia e Irán, aliados del régimen, y por Turquía, que respalda a los rebeldes. 

Si los diálogos de Astaná condujeran a un éxito, podrían abrir la vía a negociaciones auspiciadas por la ONU el próximo mes en Ginebra para poner fin a un conflicto que ha dejado más de 310.000 muertos y ha forzado a la mitad de la población a abandonar sus hogares.

"Todos los grupos rebeldes van. Todos dieron su acuerdo", afirmó Mohamad Alush, un dirigente del grupo rebelde Jaish Al Islam (el Ejército del Islam), implantado principalmente en la periferia de Damasco.

"Astaná se enmarca en un proceso para poner fin al derramamiento de sangre cometido por el régimen y sus aliados. Queremos poner fin a sus crímenes", agregó.

Ahmad Al Othman, de la sección Sultan Murad, presente en el norte de Siria, también indicó a la AFP que los grupos rebeldes habían "decidido ir a los diálogos". 

Los protagonistas deberían encontrarse "probablemente" cara a cara, al contrario de como se ha hecho hasta ahora en Ginebra, donde todas las negociaciones, auspiciadas por la ONU con el apoyo de Estados Unidos y Rusia, se hacían de forma indirecta.

Según Ahmad Ramadan, miembro de la Coalición Nacional de la oposición, la meta de las conversaciones es reforzar el alto el fuego decretado el 30 de diciembre, "mientras que los detalles del proceso político se discutirán en Ginebra". 

 

- Le contrario de Ginebra -

 

Para el director del diario Al Watan, próximo al poder sirio, Waddah Abed Rabbo, "el acercamiento ruso, turco e iraní es exactamente lo contrario de lo que se hacía anteriormente en Ginebra". 

"La ONU presuponía que si se llegaba a una solución política eso influiría en el cese de los combates. Esta vez es al contrario. Hay que solucionar la situación sobre el terreno para abrir la vía a negociaciones políticas, pues Rusia ha constatado que los representantes de la oposición que asistían a las negociaciones no tenían ningún poder sobre el terreno y no tenían ningún apoyo popular", agregó. 

"Lo que nos ha empujado a dar nuestro acuerdo a Astaná es que el tema exclusivo de los diálogos consiste en reforzar el alto el fuego, por lo que la delegación (rebelde) será puramente militar, con el apoyo de un equipo técnico para temas políticos y legales" proporcionados por el Alto Comité de Negociación de la Oposición (HCN), declaró a la AFP Osama Zabu Zeid, consejero jurídico de las facciones rebeldes.  

Según Zabu Zeid, el grupo Fateh Al Sham, antigua rama de Al Qaida, no fue invitado a Astaná. 

El equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que será investido el viernes, sí que fue invitado pero no dio ninguna respuesta oficial.

El presidente sirio Bashar Al Asad, declaró hace una semana sentirse "optimista" respecto a las negociaciones y afirmó estar dispuesto a negociar con un centenar de grupos rebeldes, según indicó a la AFP un diputado francés que se reunió con él en Damasco.

Iniciado tras la caída de la parte rebelde de Alepo en diciembre, el alto el fuego se ha respetado globalmente. Sin embargo, siguen produciéndose combates en la región de Wadi Barada, cercana a Damasco, crucial para el abastecimiento de agua de la capital.

Por otro lado, los yihadistas del grupo Estado Islámico continuaban el lunes con su ofensiva en la ciudad de Deir Ezzor (este), de la que controlan extensos sectores y cuya parte occidental, en manos del régimen, asedian desde enero de 2015.