DICEN a lo largo de años de convivencia con la pareja el amor se aleja y todo se vuelve rutina.  Así, muchas mujeres deciden mantener la relación aunque se sientan aburridas por varias causas, entre ellas el miedo a la soledad, a un cambio, el dar una estabilidad hogareña a los hijos, o simplemente por el qué dirán.

 Valeria Schapira, experta en relaciones de Match.com, señala que es cierto que toda pareja atraviesa crisis de mayor o menor magnitud en algún momento de su historia. Y agrega que si se está en ese punto de cruce, antes de tomar cualquier decisión, lo más importante es hacer un examen a fondo e identificar si se quiere seguir apostando por ese vínculo o si se está convencido de que el amor, en entendimiento y el proyecto de vida que decidieron emprender en pareja son cosa del pasado.

Para ello Schapira presenta un decálogo de preguntas, que ayudarán a reflexionar y tomar una decisión.

1.  ¿Siente que no hay más nada por hacer?

Construir la relación no llevo un día, así que no pretenda tomar la decisión de decir adiós sin reflexionar el tiempo que necesite. Las actitudes arrebatadas no suelen llevar a buen puerto. Siempre se puede intentar “reflotar” una pareja pero cuando la misma se encuentra “ahogada”, no tiene demasiado sentido. Confíe en su criterio; con seguridad sabrá reconocer si ese es su caso.

2.  ¿Cree que “fracasó”?

Sólo fracasa quien no lo intenta. Que un vínculo llegue a su punto final en modo alguno significa que haya algo mal con usted. A veces las cosas funcionan de la manera planeada y muchas otras, no. Así es la vida.

3.   ¿Tiene miedo al cambio?

Todos sentimos temor cuando no sabemos lo que sigue: lo imprevisto suele desestabilizar. Aunque creamos tener todo bajo control, siempre pueden ocurrir hechos que nos modifiquen radicalmente. Anímese a cambiar si siente que su relación ya no le nutre, no le hace crecer o si no la está pasando bien en el marco de la misma.

4.   ¿Le preocupa su status?                                                                                                  

Muchas personas no se separan para mantener una determinada posición social o económica que les garantiza seguridad o status. Si está en esa situación, revise si no es demasiado alto el costo emocional que está pagando  - y haciendo pagar a su compañero (a) - para mantener su ficción sentimental.

5.   ¿le paraliza la culpa?  

La culpa es un sentimiento inconducente. No sólo no repara nuestros errores sino que no nos permite evolucionar. Soltar la culpa es una manera de librarnos de las ataduras internas que no nos dejan vivir a pleno. En una separación o divorcio todos salen lastimados. Perdone y perdónese por lo que cree que ambos han hecho mal y hará que el adiós duela menos.

6.   ¿El apego no le deja avanzar?

El apego es la contracara del buen amor. Estar en pareja significa elegirse a diario desde la libertad, no desde la necesidad de que alguien venga a completarnos.  Si cree que sin ese otro no podrá seguir, recuerde que todos podemos salir delante de cualquier situación. Si cree que no, quizá pueda pedir ayuda profesional.

7.  ¿Está en una relación tóxica?

Quedarnos en relaciones que no nos hacen bien es elegir -aunque sea de manera inconsciente – estar en el rol de víctimas. Merece lo mejor para su vida; es el o la protagonista de la misma. ¿Por qué permanecer en donde no quiere estar?

8.  ¿Lo frenan los hijos?

Aunque usted y su pareja no discutan, los niños tienen una sensibilidad tal que perciben que ya no existe la armonía y lo sufren. Aunque al principio les cueste entender que papá y mamá no estarán más juntos, con el tiempo lo aceptarán y será mejor para todos.

9.  ¿Cree que está fuera de edad para recomenzar?

La edad es una cuestión de actitud ante la vida. Si cree que porque tiene más de 40 o 50 años, por ejemplo, no podrá volver a tener una relación sentimental, se equivocas. Son cada vez más las personas que se dan una nueva chance en el amor.  Si el destino así lo quiere, le llegará en el momento oportuno.