Niños aprenden a nadar como los delfines | El Nuevo Siglo
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Lunes, 16 de Enero de 2017

ES por todos conocido que nadar es el ejercicio más completo que una persona puede realizar y que tiene  entre sus múltiples ventajas que las personas adquieran confianza en sí mismo y gran capacidad de socializar.  Lo que muchos no saben es que desde más temprano se inicie esta práctica son mayores físicos y mentales que se adquieren, como que ya en el país hay una nueva modalidad que practican los niños.

Los pequeños cumplen un sueño, convertirse en sirenas y tritones en la disciplina de mono alerta, que desde hace años  impulsa con gran fuerza la escuela de natación Baby Dolphins Club, de Bogotá.

Este es un deporte subacuático que imita el arte de nadar como los delfines. Este estilo de nado, consiste básicamente en un movimiento similar al que realizan los delfines y otros mamíferos marinos como las ballenas y las orcas.

Para Angélica Aristizábal, directora de Baby Dolphins Club “Este programa busca generar un acercamiento de los niños al agua desde temprana edad, incorporando a las clases elementos nuevos como la  mono aleta, esta, en un tamaño especial para los nadadores más pequeños. Con la mono aleta el niño gana hasta un  60% más de velocidad en el agua, trabaja la coordinación, flexibilidad, fuerza y mejora  la capacidad cardio respiratoria. Los niños del programa de Sirenas y Tritones como hemos llamado al  programa de Nado con mono aleta ganan confianza, autonomía, una mayor adaptación al medio acuático, seguridad y muchos otros beneficios.” Afirma.

Para ingresar a este programa los niños deben tener habilidades básicas natatorias y total autonomía en el agua, no es necesario que  naden con algún estilo de natación ya que durante las clases se irán aprendiendo y perfeccionando los estilos.

Un poco de historia

Los orígenes de la natación con aletas se remontan a los años 60, cuando en la antigua Unión Soviética fue creado un implemento denominado "mono aleta", que consistía en una pala de aluminio y una bota de caucho en donde se colocaban los dos pies juntos. Este artefacto proporcionaba a los buzos un mayor desplazamiento y velocidad por debajo del agua, siendo un recurso utilizado por los submarinistas soviéticos con fines bélicos en la Guerra Fría.

La propulsión se realiza desde la parte media e inferior del cuerpo, colocando los brazos al frente de la cabeza y lo más estirados posible para reducir la resistencia con el agua. La patada se realiza con un movimiento que parte desde la zona baja de la espalda y que se extiende por la cadera y las piernas, hasta llegar a los pies, en donde se encuentra la mono aleta, la cual da el impulso necesario para obtener el desplazamiento. Es muy importante mantener una buena posición del cuerpo, para que la efectividad de la patada sea máxima y no frenar el movimiento.

Al agua, desde bebés

La natación es un deporte que además de involucrar y ejercitar todos los grupos musculares, en los niños y adolescentes provoca una importante reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.

Su práctica puede iniciarse a cualquier edad y cuanto antes mejor. Así se  puede practicar desde los primeros meses de vida, estimulando el reflejo glótico e iniciándose en el aprendizaje de habilidades básicas natatorias desde los dos meses. Debe hacerse en una piscina que cumpla con condiciones como temperatura mínima de 32 grados, balance ideal del agua (certificado por un laboratorio) y un profesional especializado en el programa de matro natación.

“El medio acuático es el espacio físico más completo que existe para el desarrollo de las aptitudes físicas, psíquicas y neurológicas de los niños”, afirma Aristizabal.

Razones para nadar

·  Controla el peso corporal, lo que previene la obesidad en niños (el 80 por ciento de niños obesos lo serán también de adultos).

·  Ayuda a mantener unas cifras de tensión arterial más bajas.

·  Baja la concentración de colesterol en sangre: reduce el desarrollo de la arteriosclerosis desde la infancia.

·  Disminuye los niveles de glucosa en la sangre debido a que el ejercicio aeróbico produce una mayor sensibilidad a la insulina, por ello, reduce las necesidades de insulina en niños diabéticos.

·   Contribuye a aumentar cualitativamente la capacidad de esfuerzo físico en niños, condicionando una mejor respuesta cardiovascular.

·  Mejora la flexibilidad, coordinación, agilidad, velocidad y fuerza muscular.

 ·    Saber nadar puede favorecer la socialización y la solidaridad; tener nociones de salvamento y poder ayudar en una situación real es un valor agregado en el aprendizaje.

·  El uso del traje de baño hace que se muestre la propia imagen, la real. Esto permite conocerse y respetar a los demás. Además, el contacto personal favorece las relaciones interpersonales y ayuda a superar miedos.

·  Los niños con problemas neurológicos y parálisis cerebral pueden pasar, en el medio acuático, de un estado de tensión a uno de relajación muscular, brindándoles excelentes resultados en sus procesos de recuperación.