Las mujeres tienen cada vez menos hijos en Europa | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 11 de Enero de 2017
Redacción Web con AFP

La proporción de mujeres sin hijos no cesa de aumentar en Europa, especialmente en los países del sur, España, Grecia y Portugal, donde se suman varias "dificultades", especialmente de carácter económico, pero todavía está lejos de los mínimos históricos, reveló este miércoles un estudio francés. 

Este estudio comparó la tasa de infecundidad de las mujeres europeas nacidas entre 1900 y 1972. En el grupo de mujeres nacidas en la primera década del siglo XX, una de cada cuatro no tuvo ningún hijo, frente a una de cada siete, en la población nacida después de 1970 (14%), según el Instituto Nacional de Estudios Demográficos. 

La Primera Guerra Mundial, que provocó la muerte a muchos hombres jóvenes, y la crisis económica de la década de 1930, que forzó a muchas personas a emigrar, explican mayoritariamente "el retraso masivo de la maternidad" a principios del siglo XX. 

Pero la bonanza posterior y la puesta en marcha de un sistema de protección social cambiaron la tendencia.

Hasta 1975 las sociedades vivieron el "baby boom", con un promedio de 2,1 hijos, lo que llevó a que en la generación de mujeres nacidas en la década de 1940 sólo una de cada diez no tuvo ningún hijo. 

Pero desde entonces, la fecundidad no ha dejado de bajar y para las mujeres nacidas en 1974 la media está en 1,7 hijos, destacó el estudio.

"Una contracepción eficaz, la llegada de los hijos a una edad más tardía, la mayor inestabilidad de las uniones, el deseo de dar prioridad al trabajo cuando éste es cada vez más inestable y la creciente incertidumbre económica" han podido favorecer esta tendencia, indicaron los expertos. 

En los países del este de Europa, España, Grecia e Italia, hasta una de cada cuatro mujeres nacidas en 1970 podría no tener ningún hijo y el estudio apuntó que la actual tendencia podría acrecentarse. 

En estos países, donde se suman "dificultades en el mercado laboral" con "desigualdades de género todavía muy marcadas que hacen difícil la conciliación entre el trabajo y la familia" esta tasa debería aumentar más todavía, tocando el máximo alcanzado después de la Primera Guerra Mundial, proyectaron los expertos.