El Internet de las Cosas, IoT, tiene la capacidad de dar resultados tangibles e inmediatos. Su implementación se traduce en eficiencia operativa y retorno de inversión a corto plazo. Importantes empresas del agro colombiano como Manuelita Y Océanos pueden dar fe de ello.

AzLógica, pionera en implementación de IoT en Colombia, desarrolla soluciones oportunas para mantenerlos procesos de producción controlado, mejorando sus niveles de rentabilidad de manera significativa.

Édgar Salas, gerente general de AzLógica, explicó que estas soluciones se han dado a partir de la necesidad de cada empresa, con la que se procura aumentar la productividad, lograr un cultivo con condiciones óptimas, minimizar el riesgo de hurto y lograr una distribución segura.

“En los escenarios de IoT estacionarios se maneja el hecho de conectar variables físicas para parametrizar alertas y tomar acciones inmediatas”.

Océanos S.A. es una empresa que cultiva camarones a través de la alimentación natural. Una vez logrado el tamaño y peso ideal del camarón salen de la piscina por una escotilla para lavarlos, procesarlos y distribuirlos.

La principal misión de la empresa es lograr producir camarones grandes, con excelente sabor y vendidos con los precios más competitivos del mercado, en este sentido, la solución implementada ha aportado en los tres pasos principales de la cadena de producción.

Salas explicó que el IoT se ha considerado en la empresa para, en principio, controlar las condiciones del agua donde se cultivan los camarones (oxigenación, saturación, turbiedad) a través de un multisensor que mide las variables. “Todas estas condiciones deben ser óptimas para lograr el resultado deseado en el cultivo. La intención de mantener la medición es la de tomar acciones preventivas”.

La segunda intervención de IoT será aportante para el conocimiento oportuno de los microclimas en la zona de producción, con la instalación de estaciones meteorológicas para medir y transmitir en línea  información relacionada con la lluvia, velocidad del viento y luminosidad.

En la parte final del proceso, se mitiga el riesgo de hurto a la salida de los camarones, a través de alarmas en las compuertas y cámaras infrarrojas que filman y alertan sobre la irrupción de personas no autorizadas. “Esta última solución ayuda a minimizar o eliminar el hurto del producto, que ha sido uno de los canales de pérdida de la empresa. Se espera eliminar el hurto en un 99%”.

La implementación de este tipo de soluciones promete un retorno de inversión 10 veces mayor al obtenido con procesos anteriores y un pay back de máximo seis meses.