La aldea Quandian se ha dedicado al negocio de las pelucas durante más de un siglo. Empezó con la comercialización de agujas, peines y horquillas usadas en los pasadores para el cabello y vendiendo cabello largo y lacio para comerciantes alemanes.

La aldea, ubicada en el distrito de Xuchang de la provincia de Henan, centro de China, se ha beneficiado de la globalización y alberga a la mayor fabricante de pelucas de China, Productos de Cabello Rebeca.

"Tenemos 11 compañías totalmente nuestras en África, Reino Unido, Brasil y Camboya, que abarcan una cadena industrial completa desde investigación y desarrollo, manufactura y comercialización para la exportación", dijo el gerente general de Rebeca, Zheng Wenqing.

Dividendos

Los residentes locales fueron los primeros en China en disfrutar de los beneficios de la globalización.

Más de 95 por ciento de los trabajadores de Rebeca son empleados localmente, mientras que 95 por ciento de los ingresos de la compañía de 200 millones de dólares el año pasado provino de exportaciones a Estados Unidos, así como a África y Europa.

En la ciudad de Xuchang, más de 50 compañías dedicadas a la industria del cabello con exportaciones anuales de más de 5 millones de dólares, tienen un ingreso anual de 1.000 millones de dólares. Las exportaciones de las compañías locales de pelucas representan la mitad de las exportaciones de productos de cabello de China, el principal fabricante y exportador de esos productos a nivel mundial.

La globalización se convirtió en un concepto de moda a principios del siglo XXI, cuando Thomas Friedman, autor del libro "La Tierra es plana" hizo notar que la globalización había acabado con las fronteras geográficas y creado un mercado global plano.

Los mercados abiertos no sólo generaron oportunidades extraordinarias sino que también condujeron a la lucha por la supervivencia de la corporación más fuerte, un escenario que se vive en la industria de las pelucas de China.

Pérdida de ventajas

Después del buen desempeño, Rebeca ha sufrido una contracción  de las exportaciones en los años recientes; en 2016, descendieron 25 por ciento.

La desacelerada demanda extranjera desde la crisis financiera de 2008 y la capacidad excesiva condujeron a un desplome de los rendimientos de los productores domésticos de pelucas, dijo el secretario ejecutivo de la Asociación de Productos de Cabello de China, Wang Xixiang.

"Cerca de una tercera parte de las compañías de cabello han cerrado, mientras que algunas de las más grandes están solicitando protección por bancarrota", dijo Wang a Xinhua.

 Zhang Baoming ha vivido en carne propia los riesgos subyacentes. El precio mayorista de las franjas de cabello aumentaron de 10 yuanes (1,45 dólares) el kilo en 1993 a más de 400 yuanes una década después. Sin embargo, el año pasado, las exportaciones de su compañía cayeron 12 por ciento interanual.

El arma de doble filo de la globalización ha convertido a China en la fábrica del mundo, pero también generó problemas como mala calidad, homogeneidad de los productos y creciente competencia.

Los niveles inferiores de la cadena de suministro están saliendo de China porque su dividendo demográfico prácticamente se ha agotado, mientras que un descenso en los ingresos y en las oportunidades de empleo han conducido en todo el mundo a un surgimiento del populismo y a la oposición a la globalización.

Esos problemas agobian a los economistas y se prevé que tengan un lugar destacado en el 47 Foro Económico Mundial en Davos, al que asiste el presidente chino, Xi Jinping.

Cambio necesario

No obstante, los desafíos pueden convertirse en oportunidades.

Puyuan, que se encuentra a sólo 12,5 kilómetros de Wuzhen, es el mayor centro de artículos de punto en China. Los productos baratos prosperaron en la localidad y en sus regiones vecinas en la década de los 90, pero el crecimiento de los cargamentos pronto cayó de 7 por ciento a sólo 1 por ciento conforme se enfriaba la economía global.

Puyuan recuperó recientemente su reputación, avivada por la inspiración de diseñadores de clase mundial.

El diseñador italiano Gian Pietro Muraro de 70 años de edad, trabajaba para Versace, Yohji Yamamoto y muchos otros grandes nombres de la moda antes de descubrir Puyuan hace tres años.

 "Quedé sorprendido por la potente capacidad manufacturera de Puyuan. Ellos pueden producir los nuevos diseños en un periodo de tiempo muy breve", dijo Muraro a Xinhua.

Muraro estableció un estudio dedicado a diseños originales en Puyuan, con la esperanza de colocar los productos de punto locales en el escenario de la moda global.

La icónica marca de productos de punto italiana Missoni ha decidido instalar la línea de producción de todos sus pedidos asiáticos en Puyuan. El futuro de la localidad se vislumbra brillante.

 "La capacidad de China en la manufactura de ropa de alta gama se ubica en segundo lugar sólo después de Italia", dijo la diseñadora francesa Stanislssia Kein. "El diseño aquí es simple y muy popular en Europa", afirmó.