Los distribuidores de combustibles del país están en alerta por la cantidad de tributos que están ‘colgados’ del precio en el país y que encarecen el costo de los carburantes al consumidor final.

Tanto Fendipetróleo como Fedispetrol coincidieron en indicar que los altos impuestos llevan a que los márgenes de ganancia de los pequeños distribuidores del país sean cada vez menores haciendo casi imposible el desarrollo de la actividad ante la falta de competitividad.

El presidente de la Federación Colombiana de Distribuidores Minoristas de Combustibles y otros Energéticos, Fedispetrol, Álvaro Younes, dijo a EL NUEVO SIGLO que los combustibles a un precio muy alto le restan dinamismo a la economía, pues se reduce el consumo y un menor precio facilita el crecimiento del país.

Señaló cómo por ejemplo, las regiones más pobres del país pagan el combustible al mismo precio que zonas que son privilegiadas como las grandes ciudades, lo que aumenta la brecha de la competitividad regional en el país.

Explicó cómo los grandes centros de la producción en Colombia se encuentran lejos de los puertos de exportación, lo que con un carburante a un precio le resta competitividad a la producción nacional, frente a lo que ocurre en otros países.

Para el presidente de Fedispetrol lo que hay en el país es un afán fiscalista del Gobierno al ‘colgarle’ tantos tributos al precio de la gasolina y el ACPM.

Bajar el precio

Dijo que desde hace varios años el gremio ha venido insistiendo en que en Colombia los combustibles pueden bajar un 30%, es decir que tengan un precio que oscile entre los $5.000 y los $6.000. Ese es un valor justo para un mercado como el nacional, sostuvo Younes.

Dijo que este valor en la gasolina y otros carburantes harían que se beneficiara la industria y el transporte, pues los costos bajarían y se mejoraría sin duda la competitividad y la rentabilidad de todos los sectores involucrados en los negocios.

Además señaló con un precio de ese orden no habría posibilidad de que se registrara contrabando, pues dejaría de ser una actividad lucrativa para quienes la ejercen.

Ahora bien, según el dirigente gremial hay que mirar que en Colombia las zonas que estaban bajo la influencia de la guerrilla se verían altamente beneficiadas con un combustible a un precio más favorable.

Younes sostuvo que gracias a los acuerdos logrados por los países de la OPEP y otros grandes productores es posible que el precio del barril de petróleo se estabilice entre los US$60 y US$65, lo que dará tranquilidad al mercado, pues al subir a US$100 causaría un auge en la producción, lo que se transforma en una baja en los precios del crudo afectando la economía de los países productores.

Los minoristas

Por su parte el presidente de Fendipetróleo, Henry Ruiz, sostuvo que gracias a la reforma tributaria hay dos elementos que contribuyeron al alza en el precio de los combustibles, uno es el incremento en el Impuesto al Valor Agregado, IVA, del 16% al 19% y otro es la entrada en vigencia del llamado impuestos Verde que afecta al precio de la gasolina en $135 por galón y al ACPM en $152 por galón.

Además de lo anterior el precio de los combustibles en Colombia es afectado por el etanol para la gasolina y el biodiésel para el ACPM, que son productos que hacen que se bajen los niveles de contaminación de estos carburantes.

Igualmente al precio final se le incluye el transporte ya sea por oleoductos o carrotanques, la marcación y la continuidad.

Es decir que del valor del galón de gasolina o ACPM, el 31% aproximadamente son impuestos, sostuvo el dirigente gremial.

Señaló Ruiz que en eso orden de ideas Colombia es el cuarto país de América Latina con la gasolina y el ACPM más afectado por carga tributaria.

Altos impuestos

Dijo que aunque el Gobierno anuncia con bombos y platillos que no hay IVA para los productos básicos de la canasta familiar, olvida que para el transporte de las frutas, las verduras, la carne, la leche, el pollo y otros de alto consumo excluidos del tributo se necesita del transporte que tiene gravados los combustibles con un IVA del 19% y que el transportador al ver el aumento en sus costos los traslada al comercio y estos a su vez al consumidor final.

Esta situación de precios altos, sostuvo Rojas, puede llevar a que los conductores tanto públicos como de carga o particulares comiencen a bajar el consumo de combustibles poniendo en aprietos la supervivencia de los pequeños distribuidores.

El directivo pidió al Gobierno evitar la integración de las cuatro grandes empresas distribuidoras que manejan el 82% del mercado en defensa de esos 14 minoristas que apenas tienen el 18% del total.

Dijo que las normas deben ser iguales para todos y se quejó de cómo los cuatro grandes distribuidores de combustibles pueden poner los precios más bajos que el resto de los oferentes, lo que al no tener el volumen ni el número de estaciones no pueden modificar los precios hacia la baja.

Este fenómeno se dio en Chile hace unos años y causó una grave crisis en la distribución de carburantes.

Señaló que se solicitó a la Superintendencia de Industria y Comercio evitar la integración de Terpel y Exxon Mobil, que fue solicitada por Copec de Chile que es el socio mayoritario de Terpel.

La situación del sector y los retos que enfrenta serán analizados en el Trigésimo primer Congreso Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos que se realizará en Barranquilla entre el 21 y el 23 de febrero.