Este debe ser el año del rebrote de la economía | El Nuevo Siglo
UNA TAREA titánica tendrá el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, para recuperar la economía colombiana durante este año./ENS
Foto archivo ENS
Domingo, 10 de Enero de 2021
Redacción Economía

En la economía hay varias expresiones populares que no se pueden aplicar, sobre todo con la debacle del 2020. Una de ellas es “borrón y cuenta nueva” y otra es “para atrás ni tomando impulso”.

Ni una cosa ni la otra. Para que Colombia se pueda recuperar este año y logre los pronósticos de los expertos en crecimiento, se debe tener en cuenta lo bueno que se hizo en el 2020, cuando en los últimos trimestres prácticamente recuperó 13% de lo que se perdió en mayo cuando el PIB marcó -21,4%. Este soporte le sirve al país para tomar impulso y nuevas fuerzas para poder alcanzar el crecimiento del 5% que se tiene proyectado.

En el caso de Colombia, el Banco Mundial prevé que esta expansión de 4,9% en el PIB de 2021 estaría respaldada por la demanda interna. Para 2022 la entidad le apunta a un crecimiento de 4,3%.

Sin embargo, un elemento que podría afectar los resultados de Colombia y de los otros países del mundo es que el proceso de vacunación sea lento y los gobiernos tengan que volver a implementar medidas más estrictas para frenar los contagios.

"El crecimiento en 2021 y la recuperación dependen, principalmente, de qué tan rápido podamos implementar la campaña de vacunación y evitar medidas de aislamiento obligatorio como las que ya se empiezan a dar en Bogotá. Tenemos que tener mucho cuidado en no caer en ellas. Si las medidas que se empiezan a ver en Bogotá se extienden por todo el país, seguramente impactarán el crecimiento en el primer trimestre y por lo tanto dichas proyecciones", comentó el decano de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda.

La Cepal

De otra parte, la Comisión Económica para América Latina, Cepal, espera para Colombia un crecimiento del PIB de 5% en 2021, por encima del promedio estimado para América Latina de 3,7%. Sin embargo, según explicó este organismo, en ambos casos se trataría de un rebote estadístico más que de una verdadera recuperación.

“Lo que va a reflejar esta tasa es un arrastre estadístico trimestre por trimestre, y por lo tanto, efectivamente vamos a tener un crecimiento positivo, pero lo que vamos a distinguir es qué tanto es arrastre y qué es crecimiento genuino”, comentó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.

El equipo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana destacó que la economía del país se verá impulsada por una vacunación masiva en los países desarrollados que conduciría a un aumento de los precios de las materias primas y un retorno de los flujos de capitales hacia países en desarrollo.

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Sin embargo, este escenario favorable puede no materializarse si el incumplimiento de los protocolos de distanciamiento social conduce a una segunda y tercera ola de contagios y nuevas restricciones a la movilidad durante el primer trimestre de 2021.

“Si Colombia logra acceder a alguna de las vacunas en 2021, es posible que tengamos sorpresas positivas en materia de crecimiento, más allá del rebote estadístico que ocurrirá de forma natural una vez que se comparen los niveles de actividad económica del próximo año con los observados en 2020”, afirmó José Ignacio López, director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.

Hasta ahora, la respuesta de las autoridades en Colombia mitigó parte de los efectos adversos de la pandemia sobre los hogares y las empresas. Es evidente que los avances de las últimas dos décadas en la institucionalidad económica permitieron enfrentar esta compleja situación con un margen de maniobra más amplio.

Para la entidad financiera, una recuperación económica sostenida requiere de ajustes urgentes en materia laboral y fiscal. “Las reformas en estos frentes serán difíciles de adoptar en medio de la polarización social y política que vive el país”, afirmó López.

El empleo

“En materia laboral, el país no puede darse el lujo de mantener los costos al empleo formal en los niveles actuales, mientras más de la mitad de los ocupados están excluidos de la formalidad. Una reforma laboral no solo es una necesidad imperiosa para que la recuperación de la economía sea más vigorosa, sino es una obligación con un segmento amplio de la población excluida de contratos formales”, señaló.

En segundo lugar, es clave abordar la sostenibilidad de las finanzas públicas luego del impacto adverso de la pandemia sobre las cuentas fiscales. El equipo de Investigaciones Económicas proyecta que el abultado déficit fiscal de 9,0% en 2020 y de 7,3% del PIB este año, llevará la deuda bruta del Gobierno Central a 67% del PIB en 2021.

Aunque el país mantuvo el grado de inversión en 2020, los riesgos de perderlo siguen latentes. La confianza de los inversionistas y las agencias calificadoras en el manejo macroeconómico de Colombia es uno de los activos más importantes del país, y protegerlo debe ser una prioridad.

Las finanzas

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, estableció la necesidad de una reforma fiscal ambiciosa este año para reducir estructuralmente su déficit en dos puntos del PIB. No hacer el ajuste implicaría que el país pague intereses adicionales por su deuda por al menos 0,3% del PIB, en promedio, entre 2022 y 2031.

El valor presente de estos intereses asciende a $78 billones de 2020, equivalente a más de seis veces la inversión para el Metro de Bogotá, 1,6 veces el Capex total estimado para los proyectos de infraestructura 5G y 1,3 veces el rubro de inversión en el Presupuesto General de la Nación para 2021.

“Dado que su capital político es limitado, creemos que el Gobierno debe priorizar la implementación de ajustes en el mercado laboral –para reducir los costos de generar empleo formal– y en materia fiscal, en donde el reto es incrementar los ingresos tributarios sin poner en riesgo la reactivación económica, y hacer más eficiente el gasto público”, señaló María Lorena Gutiérrez, presidente de Corficolombiana.

 “La crisis económica actual representa una oportunidad histórica para realizar las reformas que el país viene aplazando desde hace tiempo y que pueden impulsar su competitividad y aumentar la capacidad de crecimiento a largo plazo”, concluyó.

Los sectores más promisorios

Las tecnologías de la información y las comunicaciones se han convertido en un factor de producción vital para muchas empresas. Sectores con un desarrollo acelerado en Colombia como los de informática, comercio electrónico, publicidad digital, BPO y Educación, han registrado los mayores crecimientos de la economía y algunos se encuentran en etapas tempranas o intermedias de desarrollo.

El BPO ha tenido un crecimiento promedio de 13% en los últimos 4 años y ya representa el 1,4% del PIB. Además exporta cerca del 40% de lo que produce y su generación de empleo es comparable al de importantes sectores de la industria. Asimismo, Informática registró en los últimos cinco años una tasa de crecimiento del 13,5%, con casos exitosos de emprendimiento y exportación.

También está el Comercio online, que según la cámara de comercio electrónico, representa el 2,1% del PIB. Otro sector es el de la publicidad digital, que representa el 11,1% de la inversión en publicidad de la economía.